Coronavirus: ¿arma biologica o sopa de murciélago? - 29/03/202 #1085
Episode 87, Mar 29, 2020, 08:06 PM
Pastor José Luis Cinalli
29/03/2020
Coronavirus: ¿arma biológica o sopa de murciélago?
“… El enojo de Dios caerá sobre todos los que lo desobedecen”, Efesios 5:6 (NTV).
Las teorías acerca del nacimiento del coronavirus son infinitas. Algunos dicen que se originó en un mercado de vida silvestre; otros, en una sopa de murciélagos y no son pocos los que aseguran que se trata de una nueva arma biológica creada por los chinos para expandirse mundialmente. Sin embargo, no hubo una sola persona que sugiriera la posibilidad de que esta enfermedad sea la consecuencia de nuestra descarada manera de tratar a Dios. El denodado esfuerzo que hicimos por deshacernos de Él no ha quedado impune: “Dios muestra su ira… contra la falta de respeto que la gente le tiene…”, Romanos 1:18 (PDT). No te engañes. Nuestro enemigo no es un virus. Las calamidades enviadas por Dios siempre han sido un castigo a la rebeldía del hombre. Dios jamás envió una plaga como recompensa a una buena acción. La decadencia moral y espiritual de la humanidad nunca ha sido gratis. De no mediar un regreso a Dios el enfriamiento espiritual siempre termina en juicio. ¿Te has dado cuenta del paralelismo que existe entre las plagas que azotaron a los egipcios y las que están sido derramadas en este tiempo? Aquellas aumentaban en intensidad a medida que el corazón del faraón se endurecía. Eso mismo sucede hoy en día. La humanidad endurece su política anti Dios y las nuevas enfermedades aumentan su capacidad letal. El efecto destructor del coronavirus no se compara en nada al del Ébola o la gripe porcina. ¿Casualidad? Estamos advertidos: ¡De seguir en el camino de la rebeldía el futuro que nos espera no será mejor que el de Faraón y su nación!
¿Qué es lo que la iglesia tiene para ofrecer a este mundo en crisis? ¿Acompañamiento espiritual? Más que eso. ¿Colaborar con las autoridades quedándonos en casa? Más que eso. ¿Oración para que el virus se repliegue? ¡Mucho más que eso! La iglesia tiene un mensaje que todo el mundo debe conocer: “... Arrepentirse del pecado… volver a Dios y… tener fe en nuestro Señor Jesucristo”, Hechos 20:21 (NTV).
1) La iglesia debe anunciar ese mensaje. Jesús dijo: “Habrá grandes… plagas… Esa será una oportunidad para que ustedes… hablen de mí”, Lucas 21:11-13 (NTV). La solución a esta pandemia no es una vacuna, ni son más respiradores. Como la raíz del problema es espiritual (el hombre se alejó de Dios), la solución también lo es: el hombre debe volver a Dios: “…Dios ordena que todos los que habitan este mundo se arrepientan, y… lo obedezcan solo a él”, Hechos 17:30 (TLA). ¿Y si no lo hacemos? “… Perecerán a menos que se arrepientan de sus pecados y vuelvan a Dios”, Lucas 13:3 (NTV). No existen demasiadas opciones: ¡arrepentimiento o juicio! ¿Y qué sucede si regresamos a Dios? “Si la nación… se arrepiente de su maldad, también yo me arrepentiré del castigo que había pensado infligirles…”, Jeremías 18:8 (NVI). El ejemplo más claro fue Nínive: “… Al ver Dios… cómo se habían arrepentido de su mala conducta… no los castigó…”, Jonás 3:10 (BL95). El día en que Josías se humilló Dios dijo: “… No enviaré el desastre que he prometido…”, 2º Reyes 22:20 (NTV). Dios fue muy claro: “Yo no quiero que el malvado muera, sino que cambie de conducta y viva…”, Ezequiel 18:23 (DHH). ¿Y quién le hace saber al mundo este mensaje? ¿Quién le hace saber al mundo que si nos volvemos a Dios Él “está dispuesto… a levantar el castigo”, Joel 2:13 (DHH)? ¿Quién sino la iglesia debe anunciar al mundo que aparte de Jesucristo este mundo no tiene esperanza? ¿Y si la iglesia no lo hace? El mundo se pierde. ¿Lo ves? ¡La salvación del mundo depende del avivamiento de la iglesia!
2) La iglesia debe orar por la salvación de las personas. No se trata solo de orar sino de orar conforme a los propósitos de Dios. Jesús dijo: “Ustedes deben orar así: “Padre nuestro… que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios. Ven y sé nuestro único rey. Que todos los que viven en la tierra te obedezcan…”, Mateo 6:9-10 (TLA). Dios espera que todos lo reconozcan como su verdadero Dios y que su reino se establezca en cada corazón. Entonces, está bien que oremos por la salvación de la gente. Pablo dijo que debemos “orar por todo el mundo… pidiéndole… para que podamos vivir… obedeciendo a Dios… Esta clase de oración es buena y le agrada a Dios… pues él quiere que todos se salven…”, 1ª Timoteo 2:1-4 (TLA). ¿Te das cuenta? Antes de orar para que la pandemia abandone la Argentina deberíamos orar para que la Argentina se vuelva a Dios. Si la raíz del problema actual es el alejamiento de Dios oremos entonces para que todos regresemos a Dios. Estamos de acuerdo en que tenemos que orar. Pero podríamos estar orando mal. Se ha sugerido que se detengan las guerras y que las personas de todos los credos pidan a Dios por la liberación del virus. ¿Imagina si Dios contestara esa oración? ¿Imagina si nuestro ‘enemigo’, el coronavirus, fuera derrotado sin que nosotros hayamos aprendido la lección? ¿Qué crees que sucedería? ¡Seguiríamos con la fiesta! Retomaríamos rápidamente el programa anti Dios que ha quedado en stand by. Seguiríamos adelante con los programas abortistas y de género, y seguiríamos invirtiendo millones para que los niños sean adoctrinados a pecar contra Dios. ¿No sería mejor hacer lo que Cristo nos enseñó y orar para que todo el mundo vuelva al Señor? La oración del salmista debería ser la nuestra: “Que todos… se acuerden del Señor y regresen a él…”, Salmo 22:27 (PDT). Ésta sería la única manera en la que Dios aplacaría su ira.
3) La iglesia debe estar preparada para una visitación divina. Aunque no se crea, éste parece ser el tiempo profético ideal para que Dios irrumpa con su gran poder. Nunca la humanidad ha estado tan lejos de Dios. El hombre trata a su creador con indiferencia y menosprecio: “Se mantienen alejados de Dios, porque no quieren obedecerlo. No creen estar obligados a respetar al Dios todopoderoso…”, Job 21:14-15 (TLA). Ni la presente crisis aleja al hombre de su dios Mammón. Prueba de ello son las declaraciones de algunos gobiernos que prefieren sacrificar la vida de los ancianos antes que detener la economía nacional. Bien lo dijo Jesús: “… El amor de muchos se enfriará”, Mateo 24:12 (NTV). El panorama se presenta sombrío. Pero cuanto más densa sea la oscuridad mayor la probabilidad de que Dios nos visite con poder. El mismo libro sagrado que nos advierte que “se multiplicará la maldad”, Mateo 24:12, también nos recuerda que “cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”, Romanos 5:20. Los extremos del hombre se convierten en la oportunidad de Dios. Lee las profecías de los tiempos finales y te darás cuenta. En medio del mayor caos moral y espiritual Dios enviará el equipo misionero más grande de la historia para recoger la cosecha más grande de todos los tiempos, Apocalipsis 7:9-17. Y una gran cosecha también está prometida para este tiempo: “En los postreros días, dijo Dios, derramaré mi Espíritu Santo sobre la humanidad…”, Hechos 2:17 (NT-BAD). La promesa es sobre la humanidad. Eso significa que habrá un despertar espiritual como nunca antes. ¿Cuándo? En los “postreros días”. Esa expresión se refiere al tiempo entre Pentecostés y el retorno de Cristo. Quiere decir que estamos viviendo los postreros días. Jesús dijo que una de las señales del fin sería el declive moral pero también dijo que el evangelio sería predicado en todo el mundo, Mateo 24:3-14. ¿De qué otro modo se cumpliría esta palabra sino a través de una iglesia avivada? Dios prepara silenciosamente el desbordamiento. El ojo del vigía ha visto “una nube tan pequeña como la mano de un hombre”, 1º Reyes 18:44. El oído atento ha captado “el sonido de una lluvia abundante”, Zacarías 10:1. ¡Dios abrirá las puertas de los cielos y derramará su bendición! Las obras de la oscuridad y las fortalezas de Satanás que por mucho tiempo se han resistido serán totalmente quebrantadas. La pureza y la autoridad espiritual de la iglesia serán recuperadas. Las sendas del cristianismo apostólico se recobrarán. Las tercas voluntades de los hombres que han resistido a la presentación del evangelio se rendirán al irresistible fluir del Espíritu. Las oraciones de las madres por sus hijos rebeles recibirán respuesta. El clamor de la esposa por su esposo endurecido desatará la salvación esperada. Lo que no se logró en años se logrará en pocos días. ¿Puedes creerlo? El Señor “vendrá como un río encajonado, impelido por el soplo de Jehová”, Isaías 59:19 (RV 95). ¡Ánimo! Estamos a punto de ver el más grande mover espiritual de todos los tiempos. El señor oscuro de este mundo no podrá impedirlo. Las personas empezarán a tener inquietudes espirituales por sus almas y Dios será el tema de conversación de todos. ¡Créelo! ¡Oh Dios, derrama de tu Espíritu, aviva la iglesia y salva a los perdidos! Iglesia: esperemos en el Señor y esperemos al Señor y no seremos avergonzados, Isaías 49:23.