Líderes al servicio del diablo
Episode 54, Aug 12, 2019, 12:54 AM
Pastor José Luis Cinalli
11/8/2019
Líderes al servicio del diablo
“Muéstrame las faltas que yo no veo. Si he actuado mal, no lo volveré a hacer”, Job 34:32 (DHH).
Si Jesús te preguntara, y de hecho es muy probable que lo haga el día en que comparezcas delante de Él, ¿por qué debería dejarte entrar a MI cielo? ¿Qué le responderías? Las Escrituras “que siempre dicen la verdad” (Juan 10:35, PDT) nos señalan el único camino a la presencia de Dios. Sin embargo es posible que seamos engañados. Jesús dijo que “las escrituras no pueden ser modificadas”(Juan 10:35 NTV), pero el diablo lo hace todo el tiempo a través de líderes ‘cristianos’ que están a su servicio. Dirigentes desconectados de Dios aunque no de sus ministerios que se aprovechan de sus encumbradas posiciones de liderazgo en la iglesia para arrastrar a las personas al infierno. Están bajo cobertura espiritual demoníaca, por ende lo que enseñan es doctrina de demonios: “… El Espíritu Santo nos dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe verdadera; seguirán espíritus engañosos y enseñanzas que provienen de demonios”, 1ª Timoteo 4:1 (NTV). Son líderes ‘truchos’; apóstoles, pero de Satanás: “…Son obreros engañosos que se disfrazan de apóstoles de Cristo…Aun Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que no es de sorprenderse que los que lo sirven también se disfracen de siervos de la justicia…”, 2ª Corintios 11:13-15 (NTV). Un pequeño error en la interpretación de las Escrituras y el evangelio puede tornarse irreconocible. Es como una pequeña variación en el curso de navegación en un avión. Al principio no se nota pero después de algún tiempo podría estar sobrevolando un continente diferente al que estaba destinado a ir. Descubramos entonces algunas doctrinas adulteradas de la Palabra de Dios:
1. La salvación por obras. Muchas personas creen que el cielo se gana realizando buenas acciones. Además piensan que hay que ser santos antes de ser salvos. Nunca olvidaré la charla que tuve con el esposo de una mujer que frecuentaba nuestras reuniones en mi primer pastorado. Lo visité con la idea de que viniera a la iglesia. Se excusaba diciendo que no estaba preparado para que Dios lo aceptara. Según él, había aspectos de su vida que necesitaba mejorar antes de que Dios le diera un lugar en el cielo. Al igual que este hombre, muchas personas colocan la santificación antes que la salvación. Exigirle a una persona santidad como una condición para ser alcanzada por Jesús es un error. A la mujer adúltera se le reclamó santidad después de haber tenido su encuentro con Jesús, no antes: “De ahora en adelante no peques más”, Juan 8:11 (PDT). Somos salvos por gracia. Solo por gracia y solo por fe: “Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe… la salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho…”, Efesios 2:8 (NBLH) y 9 (NTV). Aunque parezca extraño, lo que hace difícil que la gente acepte el evangelio es que sea totalmente gratis. Nuestra naturaleza nos indica que tenemos que hacer algo para ir al cielo. Sin embargo, la buena noticia es que el evangelio es un regalo: “Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús…”, Romanos 6:23 (TLA). El mérito por nuestra salvación es solo de Dios: “Él nos salvó gracias a su misericordia, no por algo bueno que hubiéramos hecho”, Tito 3:5 (PDT). Y, ¿por qué no podemos ganarnos el cielo? Porque al cielo no puede entrar nada inmundo, Apocalipsis 21:27. Y como todos hemos pecado nadie puede entrar allí, Romanos 3:23. Necesitamos un sustituto. Alguien totalmente santo que tome nuestro lugar. Esa persona es Jesús: Fuimos “hechos santos… hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo…”, 1ª Corintios 6:11 (NTV). El día en que Jesús murió nuestros pecados fueron transferidos a Él y Dios lo castigó por nuestros delitos y errores: “Aunque Cristo no tenía ningún pecado, Dios lo hizo cargar con los nuestros para que por medio de él fuéramos declarados inocentes ante Dios”, 2ª Corintios 5:21 (PDT). La seguridad de que iremos al cielo viene de creer en lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz.
2. La ‘hiper gracia’. “Estoy preocupado, pues hay algunos que se han colado entre ustedes, y que los han engañado… Piensan que, como Dios nos ama tanto, no nos castigará por todo lo malo que hacemos... afirman que una vez que uno es cristiano puede hacer lo que se le antoje sin temor al castigo de Dios. El castigo de ellos hace tiempo que está señalado…”, Judas 1:4a (TLA) y 4b (NT-BAD). La doctrina de la ‘hiper gracia’ dice que lo que interesa es que tengamos fe en Jesús sin importar cómo vivamos la vida cristiana. Esta doctrina es una apología al libertinaje y a la vida espiritual livianita. Por supuesto que este ‘evangelio’ es muy atractivo y hace que la gente vaya a la iglesia. Pero, ¿a qué irán? Solo a escuchar un evangelio diferente, 2ª Corintios 11:4. Este es el evangelio del amor mal entendido que ha llevado, entre otras cosas, a aceptar la conducta homosexual y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Recientemente se fundó una asociación de iglesias progresistas y liberales que tienen una posición más flexible frente al aborto y la ideología de género. Otros niegan totalmente la deidad de Jesús y dicen que el Espíritu Santo es una influencia. Todas estas doctrinas son enseñadas por personas que “Dicen ser… hijos de Dios… pero… son… congregación de Satanás”, Apocalipsis 2:9 (NT-BAD y DHH). Son iglesias ‘cristianas’ cuyos fundadores o líderes actuales están desconectados de Dios y propagan doctrinas de demonios porque están bajo la influencia de espíritus engañadores. “Quienes aceptan estas enseñanzas son como niños jugando con una serpiente venenosa”, R, Kendall.
Estoy un tanto molesto con la inscripción Dios te ama que se lee en las lunetas de los vehículos. Imagina que el conductor de atrás es un violador o un vendedor de drogas o un pornógrafo infantil o un promotor empedernido del asesinato masivo de niños. ¿Crees que dichas palabras lo empujarán a evaluar su comportamiento? ¿Crees de verdad que su conciencia empezará a reprenderle? Por supuesto que no. Es la doctrina bíblica entregada en bandeja de plata para avalar su vil comportamiento. Ahora bien, imagina el efecto que produciría si de repente se encontrara leyendo algo como esto: “si no te arrepientes de tus pecados te vas al infierno’ o “Dios está enojado con el pecador todo el tiempo”. ¿Crees que es anti bíblico? Entonces lee el siguiente salmo: “Dios está airado todos los días contra el impío… todos los días se enoja con los malvados”, Salmo 7:11 (RV 1909 y NTV). Entiéndase bien. Claro que Dios es amor, pero eso no es una licencia para que llevemos vidas espirituales flojitas. El Señor no disimulará nuestro pecado. Pablo dijo: “Dios castigará terriblemente a quienes… anden en caminos perversos; la ira de Dios caerá sobre ellos. Habrá dolor y sufrimiento para… los… que continúen en sus pecados…”, Romanos 2:8-9 (NT-BAD). Entiendo aunque no comparto el punto de vista de aquellos cristianos que quieren mitigar las exigencias bíblicas para atraer personas a Jesús. Hacen ‘amigable’ el evangelio y se esfuerzan por mostrar a un Dios menos ‘exigente’. ¿Nos mandó Dios a hacer eso? Por otro lado es cierto que ese evangelio es más ‘amistoso’, pero también inofensivo. No ofende pero tampoco salva. No tenemos por qué disculparnos por predicar el puro evangelio de Jesús. Su evangelio incluye el Salmo 23 pero también la doctrina del infierno y la condenación eterna. Por supuesto que es más fácil predicar del amor pero advertirle a la gente para que no caiga en el fondo del abismo ¿no es también amor? La predicación de Jesús era punzante, ofensiva y provocaba molestia al punto que muchos lo abandonaron, Juan 6:66. Mientras les daba de comer todo el mundo estaba a su lado, pero el día en que comenzó a predicar cosas incómodas lo dejaron. ¿No sucede lo mismo hoy en día? Mientras Dios multiplique bendiciones contará con nuestro apoyo pero el día en que sus palabras molesten nuestros intereses egoístas, ¿nos retractaremos de seguir a Jesús?
El existencialismo. El evangelio manipulado, alterado y diluido que predicamos parece estar enfocado solo en las cosas terrenales. Puro existencialismo. Tristemente muchas personas están más interesadas en la vida terrenal que en la celestial. En cambio, el evangelio nuevotestamentario está orientado a la eternidad. Por eso se lo llama ‘el evangelio de la salvación’: “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…”, Romanos 1:16. Pablo no se avergüenza del evangelio de la salvación. ¿Y de qué nos salva? Del infierno: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda (no perezca CJ), más tenga vida eterna”, Juan 3:16. Pablo dijo que el evangelio es poder. ¿A qué poder refiere? ¿Al poder para sanar? Más que eso. ¿Al poder para librarnos de la garras de Satanás? Más que eso. ¿Del poder para hacernos ricos y famosos? Nada de eso. Una persona podría ser curada físicamente, hacer milagros y prodigios o tener todo lo que quiera en esta tierra y perderse en el infierno. El poder del evangelio es para salvarnos de la condenación eterna. Ese es el evangelio que el diablo no quiere que se predique: “…Tratan de impedir que prediquemos la Buena Noticia de salvación…”, 1ª Tesalonicenses 2:16 (NTV). No existe nada más importante que el alma y el destino eterno de ésta. Jesús dijo: “¿Hay algo que valga más que tu alma?”, Mateo 16:26 (NTV). El verdadero evangelio pone el acento en las cosas eternas más que en las terrenales. ¿Estás preparando tu destino eterno? Jesús dijo que deberíamos estar listos, preparados y en estado de alerta para cuando él regrese (Mateo 24:44), ¿lo estamos?