El libro de la vida 19/05/19 (#1040)
19/5/2019
El libro de la vida
“Vi un gran trono blanco… y vi a los muertos… de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras… Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”, Apocalipsis 20:11-15.
No se debe confundir el tribunal de Cristo con el gran trono blanco. El primero es un juicio de recompensa. Es el lugar donde las obras de los cristianos serán juzgadas. El gran trono blanco es un juicio de condenación. Allí se presentarán los individuos que no se acogieron a la salvación que Dios les ofrecía mediante su hijo Jesucristo mientras vivieron aquí en la tierra. Resucitarán solamente para presentarse delante del Juez y escuchar la solemne sentencia de que serán condenados a pasar la eternidad en el lago de fuego: “… Cuando el Señor Jesús venga… castigará a los que no conocen a Dios y a los que se niegan a aceptar el plan que se les ofrece a través de nuestro Señor Jesucristo. Estos sufrirán la pena del infierno eterno, alejados para siempre de la presencia del Señor…”, 2ª Tesalonicenses 1:7-9 (NT-BAD).
Juan dice que en el juicio del gran trono blanco los libros serán abiertos, Apocalipsis 20:12. Daniel dijo: “Vi… a un anciano que tomó asiento… El Anciano se sentó para juzgar y abrió los libros”, Daniel 7:8-12 (TLA). Advierte que dice los librosen contraposición al libro de la vida que es uno solo. Los libros contienen un informe detallado de todas las obras realizadas por los incrédulos. En cambio, el libro de la vida tiene que ver con los creyentes. Allí Dios registra los nombres de todas aquellas personas que heredarán la vida eterna: “…Ese libro fue escrito desde antes de que Dios creara el mundo, y en él están escritos los nombres de todos los que tienen vida eterna”, Apocalipsis 13:8 (TLA). Pablo dijo que los nombres de sus colaboradores estaban escritos en ese libro: “… Los nombres de todos ellos ya están anotados en el libro de la vida eterna”, Filipenses 4:3 (TLA). Parece ser que Abel fue el primero en ser inscripto en ese libro, Hebreos 11:4. Por supuesto que el libro de la vida no es un registro frío y mecánico de las personas salvadas. Más bien nos demuestra que el “SEÑOR conoce a los que son suyos…”, 2ª Timoteo 2:19 (NTV). Además parece ser que el Señor registra también allí nuestras constantes luchas y lágrimas por permanecer en su camino. David dijo: “Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro”, Salmo 56:8 (NTV). No hay dudas que las buenas obras también son registradas allí: “Acuérdate de mí por esto, Dios mío, y no borres las obras de misericordia que he hecho por la casa de mi Dios y por sus servicios”, Nehemías 13:14 (LBLA).
La expresión “libro de la vida” o “libro del Cordero” aparece 6 veces en el Apocalipsis. Siempre alude a que en ellos no están inscriptos los incrédulos. En ellibro de la vida se registran solamente los nombres de aquellos a quienes el Cordero de Dios ha redimido: “… En ese libro están anotados los que recibirán la vida eterna”, Apocalipsis 21:27 (TLA). Hablando de la bestia Juan dijo: “A ese monstruo lo adorarán todos los que no tienen sus nombres escritos en el libro del Cordero…”, Apocalipsis 13:8 (TLA) y 17:8. Refiriéndose a la Nueva Jerusalén la Biblia dice: “…Sólo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero”, Apocalipsis 21:27 (NTV). “Ustedes han llegado a… la Jerusalén celestial, donde… están reunidos los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo…”, Hebreos 12:22-23 (PDT). El Señor toma muy en cuenta nuestra adoración genuina y nuestro servicio fiel anotando todo en el libro de la vida: “Cuando los que adoran a Dios y lo respetan oyeron lo que Dios dijo, hablaron entre sí. Dios se dio cuenta de esto, y les prestó atención, y entonces mandó que se anotaran en un libro sus nombres para recordarlos”, Malaquías 3:16 (TLA). Jesús les enseñó a sus discípulos que no había un honor más grande que ser ciudadanos del cielo mediante la inscripción de sus nombres en el libro de la vida: “…No se alegren de que los malos espíritus los obedezcan. Alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el libro del cielo”, Lucas 10:20 (TLA).
¿Registra el Señor en el libro de la vida nuestros pecados? La Biblia no lo dice expresamente pero no existen dudas de que Él sabe todo lo que hacemos y, ya que su memoria es perfecta podemos decir que sí lleva un registro: “Dios nos juzgará por cada cosa que hagamos, incluso lo que hayamos hecho en secreto, sea bueno o sea malo”, Eclesiastés 12:14 (NTV). ¿Y qué podemos hacer para que nuestros pecados sean borrados y Dios los olvide para siempre? Arrepentirnos y aceptar el sacrificio que Jesús hizo en la cruz para pagar la pena de muerte que merecían nuestros pecados: “Si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”, 1ª Juan 1:9 (NTV).“No le irá bien al que oculta sus pecados, pero el que los confiesa y se aparta será perdonado”, Proverbios 28:13 (PDT). Cuando nos arrepentimos y abandonamos el pecado Dios “perdona nuestra maldad y olvida nuestro pecado”, Miqueas 7:18 (TLA). “Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados”, Hebreos 8:12 (NTV). “… Borraré tus pecados… y nunca volveré a pensar en ellos”, Isaías 43:25 (NTV). Dios es muy claro: “Si los perversos abandonan su perversidad, obedecen… y hacen lo que es justo y correcto, salvarán su vida.Vivirán, porque… decidieron apartarse de sus pecados. Esas personas no morirán… todos los pecados pasados serán olvidados”, Ezequiel 18:27-28 (NTV) y 22 (NTV). “Que el perverso deje de hacer el mal… Que se vuelvan al Señor y así él tendrá compasión de ellos. Que se vuelvan al Señor, porque él es generoso para perdonarlos”, Isaías 55:7 (PDT).
¿Puede alguien ser borrado del libro de la vida? Dios dijo que sí. Cuando Israel pecó al levantar el becerro de oro Moisés intercedió por el pueblo delante de Dios:“… Este pueblo cometió un gran pecado… Ahora, ¡perdónalos por su pecado! Si no los perdonas borra mi nombre del libro que tú escribiste”. El Señor le dijo a Moisés: —A los únicos que borro de mi libro son a los que cometen pecado contra mí”, Éxodo 32:31-33 (PDT). El salmista hizo la siguiente petición: “Borra sus nombres del libro de la vida; que no aparezcan inscritos con los justos”, Salmo 69:28 (PDT). Jesús dijo que “los que triunfen sobre las dificultades y mantengan su confianza en mí… no borraré sus nombres del libro de la vida…”, Apocalipsis 3:5 (TLA). “…Si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida… ”, Apocalipsis 22:19. Juan nos recuerda: el que “no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”, Apocalipsis 20:15.
¿Por qué se abre el libro de la vida en el juicio de los incrédulos? Por si algún perdido objetara, argumentara o cuestionara algo sobre la equidad del juicio se lo satisface buscando su nombre en el libro de las personas salvadas, pero no lo encontrarán. Dios inscribe el nombre de una persona en ese libro solo si se acogió a la salvación que se le ofreció mediante Cristo Jesús. Como su nombre no se encuentra en el libro de la vida se lo confrontará con el meticuloso registro de los libros que contienen sus obras. Se le mostrará todo el mal que han hecho y se lo condenará al lago de fuego. Muchos creen que la salvación se consigue haciendo buenas obras, penitencias o ceremonias religiosas. Esperan que sus buenas acciones inclinen la balanza a su favor. Los libros se abren para eso. Para demostrarle a los perdidos que lo que ellos llamaron buenas obras no son más que trapos de inmundicia. Se abren además para que las malas obras allí registradas le revelen el grado de sufrimiento a lo que serán sometidos en el lago de fuego. Jesús lo explicó en la parábola del siervo infiel: muchos azotes, pocos azotes, Lucas 12:47-48. Existe otro pasaje que explica claramente que habrá grados de castigos. Jesús estaba muy disgustado con aquellas ciudades en las que había hecho muchos milagros, pero que nunca quisieron cambiar su vida ni obedecer a Dios: “…Habitantes de Corazín, ¡qué mal les va a ir…! ¡Y también les va a ir mal a… los que viven en Betsaida!... Les aseguro que en el día del juicio final ustedes van a recibir un castigo mayor que el de ellos”, Mateo 11:21-22 (TLA).
¿En qué momento se inscribe un nombre en el libro de la vida? En el mismísimo momento en que una persona cree en el evangelio y confiesa a Cristo como Señor y Salvador de su vida su nombre es registrado en el libro de la vida, Efesios 1:13-14.“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo”, Romanos 10:9 (NTV). ¿Está tu nombre registrado en el libro de la vida? ¡Qué curiosidad! Tenemos sumo cuidado de que nuestros nombres, estado civil y demás sea registrado por el estado pero, ¿y qué dellibro de la vida? Recuerda que tu nombre inscripto en él te da el pase a la vida eterna.