¿Quién se queda con los diezmos? - 9/6/2024 - #1303

Episode 328,   Jun 09, 09:37 PM

Pastor José Luis Cinalli
9/6/2024
¿Quién se queda con los diezmos?

“… Melquisedec… recibió los diezmos de Abraham y… Melquisedec bendijo a Abraham”, Hebreos 7:6 (BAD, NTV).

La práctica del diezmo precede a la ley. Abraham diezmó mucho antes de que la ley fuera escrita por Moisés, Génesis 14:20. Jacob dijo: “De todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte, Génesis 28:22 (TLA). ¿Cómo supieron Abraham y Jacob que debían diezmar? Porque los mandamientos de Dios existían antes de que fueran escritos. Dios dijo: “Abraham me escuchó y obedeció todos mis requisitos, mandatos, decretos e instrucciones, Génesis 26:5 (NTV). ¿Qué mandamientos escuchó y obedeció Abraham? Los mismos que Moisés escribiría varios siglos después. Los mandamientos no estaban escritos en piedras, pero si en los corazones. ¿Cómo supieron Caín y Abel que debían ofrendar una porción de lo que Dios les había dado? Porque los mandamientos estuvieron vigentes desde el comienzo de la humanidad y se transmitían oralmente. Por lo tanto, el que transgredía una ley divina era castigado como ocurrió con los sodomitas de quienes la Biblia dice que “eran pecadores contra Jehová en gran manera”, Génesis 13:13. “El pecado es infracción de la ley”, 1ª Juan 3:4. “Donde no hay ley, tampoco hay transgresión”, Romanos 4:15; 3:20; 7:7. Adán y Eva fueron culpables de comer del fruto del árbol del bien y del mal porque había un mandamiento de no comer de ese árbol: “Si comes de su fruto, sin duda morirás”. Génesis 2:17 (NTV). Al ser tentado por la esposa de Potifar José dijo: “Tener relaciones sexuales con usted, sería pecar contra Dios, Génesis 39:9 (TLA). ¿Cómo sabía José que el adulterio era pecado si el mandamiento expreso de “no cometerás adulterio” (Éxodo 20:14) todavía no había sido escrito? Porque las leyes de Dios existían y estaban vigentes. Antes de que Jacob subiera a Betel para adorar a Dios reunió a su familia y le dijo: Tiren los dioses extraños que tengan…”, Génesis 35:2 (BDA2010). ¿Cómo sabía Jacob que tenía que deshacerse de las imágenes y de los dioses paganos cuando los dos primeros mandamientos de la ley de Moisés no se habían escritos? Evidentemente la ley de Dios ya se conocía.

Con el tiempo las leyes fueron escritas. “Los diezmos… pertenecen al Señor y son sagrados…”, Levítico 27:30 (BDA2010). “… Deberás apartar el diezmo de todo… Esta práctica te enseñará a temer siempre a… Dios”, Deuteronomio 14:22-23 (CJ, NTV). La paráfrasis lo expresa así: El propósito del diezmo es enseñarte a poner siempre a Dios en primer lugar en tu vida, Deuteronomio 14:23b, (Living Bible). “… En el lugar en que… Dios escoja… Su morada… llevarán… diezmos…”, Deuteronomio 12:5-6 (NBLH). “Traigan a mi templo sus diezmos…”, Malaquías 3:10 (TLA). Fue precisamente en esta época cuando Dios acusó a su pueblo de que le estaban robando “en los diezmos y en las ofrendas…”, Malaquías 3:8. Los israelitas estuvieron maldecidos durante todo el tiempo en que le robaron a Dios: “Están bajo gran maldición”, Malaquías 3:9 (BAD). Sin embargo, Dios les aseguró que la maldición se rompería el día en que ellos volvieran a obedecer: “Traigan los diezmos… y verán cómo abro las ventanas del cielo para derramar sobre ustedes bendiciones a raudales, Malaquías 3:10 (BLPH). ¡La desobediencia activa maldiciones pero la obediencia las desactiva! Si bien es cierto que en el N.T. el diezmo no es ley, también es cierto que Jesús habló positivamente acerca del diezmo: “... Deben dar a Dios la décima parte de todo, pero sin dejar de amarlo y sin dejar de ser justos”, Lucas 11:42 (TLA). Además, el N.T. enfatiza el darle a Dios generosamente (2ª Corintios 9:5-11) y “en proporción a cómo esté prosperando, 1ª Corintios 16:2 (RVA). Eso significa que lo más prudencial sería dar un porcentaje de los ingresos por lo que el diez por ciento podría ser un buen comienzo. Si alguien preguntara, ¿cuánto es lo mínimo que debo dar para agradar a Dios?, su corazón no está en el lugar correcto. Deberíamos tener la actitud de algunos cristianos de antaño que decían. “¡no estamos bajo la ley del diezmo, por lo tanto, debemos dar más!”.   

Ahora bien, ¿qué se hacía con los diezmos que los israelitas le devolvían a Dios? Se empleaban para el sostén de los obreros tiempo completo y los gastos del santuario: “Yo doy… a los hijos de Leví todos los diezmos de Israel en compensación por los servicios que prestan en la tienda del encuentro, Números 18:21 (BDA2010). El diezmo del pueblo era para los levitas y el diezmo de los levitas suplía las necesidades de los sacerdotes, Números 18:26-29. Ya que los levitas no tenían tierras para cultivar porque no habían recibido parte alguna en la distribución de la tierra prometida, Dios mismo se encargaba de ellos: “… Dios ha decidido cuidar de ellos y darles siempre todo lo que necesiten. Así que ellos tomarán sus alimentos de todas las ofrendas que los israelitas le presenten a Dios…”, Deuteronomio 18:1-2 (TLA); Josué 13:14; Números 18:31-32; Deuteronomio 12:19-28. Los israelitas diezmaban a Dios y era Dios quien sostenía a sus siervos. Según Pablo este principio permaneció vigente en el Nuevo Pacto. El pueblo le da a Dios cuando suple las necesidades materiales de aquellos que se dedican a suplir las necesidades espirituales. “Los que reciben enseñanza de la palabra de Dios deberían proveer a las necesidades de sus maestros…”, Gálatas 6:6 (NTV); 1ª Corintios 9:11. También dijo: “… El Señor ordenó que los que predican la Buena Noticia sean sostenidos por los que reciben el beneficio del mensaje, 1ª Corintios 9:14 (NTV). “Los ancianos líderes que dirigen bien a la iglesia… deberían ser respetados y bien remunerados en particular los que trabajan con esmero tanto en la predicación como en la enseñanza, 1ª Timoteo 5:17 (PDT); Mateo 10:10. Pasajes como estos resultan un tanto incómodos para el predicador. Martín Lutero dijo: “todos estos pasajes están destinados a beneficiar a los ministros. Debo decir que no encuentro mucho placer en explicarlos. Se me hace parecer que hablo en mi propio beneficio”. El hecho de que haya abuso no nos exime de dar todo el consejo bíblico. Existen dos extremos igualmente malos: no reconocer el trabajo de los pastores, así como que éstos abusen del derecho al pastorado para llevar vidas extravagantes. Pablo recibió ayuda económica de las iglesias de Macedonia (2ª Corintios 11:7-13) pero cuando el sostén no llegaba él hacía tiendas para solventar sus propios gastos. El que recibe salario (es decir, el que vive del evangelio, 1ª Corintios 9:14) no es “asalariado”, Juan 10:12. No es incorrecto que el predicador “de tiempo completo” reciba salario. Es del todo bíblico. Pero hay muchos casos de abusos. Hay quienes predican por salario (asalariados) y no por convicción y existen los que predican con un corazón dominado por la avaricia. El dinero de gente con un corazón grande mantiene a líderes de pequeño corazón que viven al estilo de Hollywood o, que utiliza los recursos para proyectos que no son espirituales. Ejemplo de ello fue Elí, cómplice de la corrupción financiera de sus hijos quienes tomaban de las ofrendas de la gente para sus propios beneficios, 1º Samuel 2:12-17. Finalmente, digamos que los levitas diezmaban a Aarón (Números 18:26-29) con lo cual Aarón recibía el diezmo de los diezmos, pero también el diezmo de las demás tribus de Israel. Basándose en este principio Pablo escribió: “Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor…, 1ª Timoteo 5:17 (NBLH). Los líderes espirituales no pueden enseñar al pueblo la necesidad de ser fieles a Dios con el dinero, si ellos mismos no lo hacen

“… Melquisedec… recibió los diezmos de Abraham y… Melquisedec bendijo a Abraham”, Hebreos 7:6 (BAD, NTV). Melquisedec es tipo de Jesucristo. Al entregar los diezmos, Abraham se sometía al señorío de Dios. ¡El diezmo no tenía el propósito de comprar protección o bendiciones, sino de manifestar lealtad al sacerdocio que representa Melquisedec! Ahora bien, el escritor del libro de Hebreos tiene como propósito mostrar aspectos del antiguo pacto que ya no se aplican a los creyentes del N.T. Sin embargo, cuando se refiere al diezmo, lejos de exigir su discontinuidad, deja la impresión de que los cristianos del Nuevo Pacto deben imitar el ejemplo de Abraham y diezmar al eterno sumo sacerdote. El orden sacerdotal aarónico terminó, pero la obra sacerdotal de Jesús permanece mediante el trabajo de sus siervos hasta que el propósito de Dios de que el evangelio sea predicado “por todo el mundo” (Mateo 24:14) se cumpla en esta tierra. Para muchos, todo esto indicaría que el diezmo debe permanecer mientras siga vigente el ministerio de Jesús. Por último, “los sacerdotes… levitas… también le dieron a Melquisedec la décima parte, porque Abraham actuó como su representante”, Hebreos 7:9 (TLA). Si los levitas pagaron sus diezmos por medio de Abraham también fueron bendecidos por Melquisedec. Observa el alcance de la bendición del diezmo. Abraham plantó, Isaac regó, Jacob abonó y Leví cosechó. Cuando ofrendamos estamos sembrando para una gran cosecha, pero no para siempre. Tendremos que sembrar una y otra vez si queremos seguir teniendo cosechas. Pero si diezmamos, sembramos para una gran cosecha en ésta y hasta la cuarta generación. Abraham diezmó y su bisnieto Leví cosechó.