Unción para la multiplicación 19/02/2023 (#1236)

Pastor José Luis Cinalli
 19/2/2023
*Unción para la multiplicación*

_“… *Vayan y hagan… discípulos* míos en todos los países de la tierra. *Bautícenlos…y… enséñenles a obedecer* todo lo que yo les he enseñado… *Y tengan por seguro esto… que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo*”_, Mateo 28:19-20 (TLA, NTV, PDT).

El Señor nos encargó hacer discípulos suyos en todas partes del mundo. Pero nadie puede ser un discípulo de Jesús a menos que crea en Él y, nadie puede creer en Jesús a menos que haya oído hablar de Él. En otras palabras: *¡el evangelio de Cristo no puede ser oído ni creído a menos que alguien lo predique!* _“¿Cómo… invocarán a Aquél en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados?...”_ , Romanos 10:14-15 (NBLH). Entonces, para cumplir con la Gran Comisión necesitamos predicadores enviados a predicar. Ya los tenemos: son los creyentes. _“Cristo… *nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia*”_, 2ª Corintios 5:19 (TLA); Lucas 24:45-47; Marcos 16:15. No necesitamos un llamado especial o una voz angelical que confirme el llamado de Jesús. Solo necesitamos obedecer.

Ahora bien, *¡sin la presencia y el poder del Espíritu Santo el trabajo del predicador tiene poco resultado!* _“… *Vayan… pero*… no salgan ahora mismo a proclamar el mensaje. *Quédense…* hasta que descienda el Espíritu Santo *y los llene con poder de lo alto*”_ , Lucas 24:48-49 (PDT, NT-BAD). _“Vayan”_ pero _“quédense”_. ¿Órdenes contradictorias? Más bien, complementarias. *Emprender la misión sin estar ungidos es fracaso seguro*. _“Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, *recibirán poder para proclamar con efectividad mi muerte y resurrección…*”_, Hechos 1:8 (NT-BAD). Necesitamos poder. Pero cuidado. El poder prometido es tan solo para ser efectivos en el trabajo para Dios. Cuando los primeros cristianos recibieron ese poder salieron disparados a predicar y ciudades enteras fueron ganadas para Cristo. El mejor programa de entrenamiento teológico y misionero logra muy poco sin la llenura del Espíritu Santo. Entonces, *¡si queremos ser productivos debemos trabajar para Dios dependiendo de Dios!*

El asunto que nos ocupa es de importancia capital. *¡Solo el trabajo en el Espíritu desata la unción de multiplicación!* _“Cuando se derrame *sobre* nosotros el espíritu de lo alto… *el desierto se convertirá en campo fértil, y el campo fértil dará cosechas abundantes*”_, Isaías 32:15 (Castillian, NTV); Salmo 104:30. *Cuando operamos en el Espíritu el trabajo estéril se vuelve fértil, el desierto se transforma en un vergel y el ministerio productivo se vuelve aún más productivo*. En cambio, *el esfuerzo que se hace en la carne produce muy poco resultado y no es duradero*. La vida de Caín refleja esta enseñanza. La Biblia dice que después de matar a su hermano _“*se apartó de la presencia de Dios* y se fue a vivir al país de los vagabundos, *al este del Edén*”_ , Génesis 4:16 (TLA). Caín rechazó a Dios y se fue a vivir al país de los vagabundos; es decir, al de la civilización autosuficiente dando nacimiento a lo que el apóstol Juan llamó _“el mundo”_, 1ª Juan 2:16. Ese lugar, donde la gente vivía alejada de Dios, estaba _“al este del Edén”_, Génesis 4:16 (TLA). Cuando la Biblia describe a personas marchando al este se refiere a gente alejándose de la presencia del Señor. Recordemos que había que ir hacia el oeste para entrar al Tabernáculo y llegar al lugar santísimo donde moraba Su presencia. A medida que la humanidad caminaba más hacia el este, más se alejaba espiritualmente de Dios. Prueba de ello es que Adán y Eva, después de ser expulsados del jardín, se fueron al oriente y lo sabemos porque _“Dios puso… querubines *al este del Edén*… para impedir que… se acercaran al árbol de la vida_”, Génesis 3:24 (TLA). ¿Y qué decir de aquellos que se fueron al este y construyeron la torre de Babel (Génesis 11:1-4) o de Lot, quien se fue al oriente de donde estaba el ungido Abraham para radicarse en Sodoma, la ciudad de los pecadores, Génesis 13:11?  

Volvamos a Caín. La decisión de vivir sin Dios *atrajo sobre sí la maldición de la improductividad*: _“Maldito serás, y *la tierra que cultives no te producirá nada… ya no te dará buenas cosechas, ¡por mucho que la trabajes*!..._”, Génesis 4:11-12 (TLA, NTV). *¡La maldición de la improductividad es el resultado de vivir sin tener en cuenta a Dios!*  _“Si te niegas a escuchar al SEÑOR… *caerán sobre ti… maldiciones*… tus campos serán malditos… Tus hijos y tus cosechas serán malditos… Vayas donde vayas y en todo lo que hagas serás maldito… el cielo te negará su lluvia y… la tierra te negará sus frutos_”, Deuteronomio 28:15-23 (NTV, DHH). ¿Lo ves? *La desobediencia cancela la bendición, mientras que la obediencia activa la unción para la multiplicación.* _“Obedezcan… mis leyes, y yo les enviaré lluvia… *Será tan grande su cosecha, que no sabrán qué hacer con ella… los haré fértiles y multiplicaré*… ¡Tendrán tal abundancia de cosechas que será necesario deshacerse del grano viejo para que haya lugar para la nueva cosecha!_ ”, Levítico 26:3-10 (TLA, NTV); Salmo 128:1-2. ¿Recuerdas a Isaac? La Biblia dice: “_Sembró sus cultivos… *y cosechó cien veces más… porque el SEÑOR lo bendijo*”_, Génesis 26:12 (NTV). ¿Y qué decir de José? “_El SEÑOR estaba con José, *por eso tenía éxito en todo…*”_, Génesis 39:2 (NTV). El principio espiritual es muy claro: *¡la unción de productividad es el resultado de la Presencia y, la Presencia deriva de la comunión y la obediencia a Dios!* Por lo tanto, *¡encárgate de atraer la presencia de Dios y Él se encargará de bendecir tu vida, familia y ministerio!*

Veamos ahora un ejemplo de este valioso principio espiritual en la vida de los apóstoles. Jesús les ordenó hacer discípulos, pero no les dijo cómo hacerlo. No les dejó un método, pero sí un principio espiritual que serviría no solo para ellos sino para todos sus discípulos en todos los tiempos. Este principio se deduce de la pesca milagrosa. En Lucas 5 Jesús le dijo a Pedro: _“Echa tus redes para pescar. —Maestro —respondió Simón—, *hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada.* Pero, si tú lo dices, echaré las redes nuevamente. *Y esta vez las redes se llenaron de tantos peces, ¡que comenzaron a romperse!...*”_, Lucas 5:4-6 (NTV). Jesús les ordenó pescar en el mismo lago y con el mismo método con el que estuvieron pescando sin éxito durante toda la noche. Pero ahora la pesca fue milagrosa. *La diferencia entre un ‘trabajo duro y estéril’ y ‘una pesca milagrosa’ fue la presencia y la guía de Dios.* Cuando trabajamos en nuestras propias fuerzas, apoyados en nuestro conocimiento y guiados por nuestra experiencia, los resultados son lentos y paupérrimos. Pero *cuando permitimos que Jesús guíe nuestro trabajo, los resultados son extraordinarios.* No ‘eches las redes’ sin una palabra de Dios. Quizás ‘hayas trabajado duro’ y sin resultados. ¡Detente! Busca a Dios y espera su dirección. Luego inténtalo otra vez. *Cuando trabajamos independientemente de Dios, aunque sea para Dios, los resultados siempre serán insignificantes. En cambio, cuando trabajamos como resultado de haber estado con Dios, los resultados son maravillosos.* No renuncies a lo que estás haciendo, más bien, renuncia a trabajar de manera independiente. *¡No se logra nada significativo sin una vida de intimidad con el Señor!*

Ahora bien, después de la muerte de Jesús, los discípulos siguieron pescando. Se convirtieron en _“pescadores de hombres”_, Mateo 4:19. Y la ‘pesca’ siguió siendo milagrosa. Y, ¿cuál fue el secreto? *El trabajo en el Espíritu.* La unción para la productividad radicaba en la presencia y el poder del Espíritu Santo sobre ellos. Lo que no debemos soslayar es que esa unción la recibieron en una reunión de oración en el aposento alto. _“Todos se reunían… unidos en oración”_, Hechos 1:14 (NTV). *¡Creyentes reunidos, unidos, orando!* Y ¿cuál fue el resultado? La llenura del Espíritu Santo: _“El día de Pentecostés, todos los creyentes estaban reunidos… *Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo…*”_, Hechos 2:1-4 (NTV). *¡Creyentes reunidos y unidos orando con perseverancia siempre da como resultado la llenura del Espíritu Santo!* Y ¿qué sucedió entonces? *Se activó la unción de multiplicación:* _“… Todos los días el Señor incorporaba a los que habían de salvarse_”, Hechos 2:47 (NT Navarra). ¿Lo ves? Cuando Dios llega, las personas son salvas. *Cuando Dios llega, el trabajo se torna productivo.* En otras palabras: ¡la pesca se vuelve milagrosa! Es la oración colectiva la que da como resultado la manifestación de Su presencia. Sin una reunión de oración no hay avivamiento. Sin una reunión de oración nada significativo sucederá en tu vida, hogar o ministerio. El gran error que hemos cometido fue enfatizar la evangelización a expensas del aposento alto. *¡Solo un creyente encendido en la presencia de Dios puede alumbrar a otros para Cristo!* *¡Una vida sin oración es una vida sin poder!* El secreto del éxito de aquella primera iglesia sigue siendo el mismo. Necesitamos reunirnos para orar. Lo que sucedió entonces es un modelo a seguir: ¡mientras el movimiento de oración continuaba, el movimiento del Espíritu no se terminaba! *La gran catástrofe de la iglesia llegó el día en que la reunión de oración comenzó a declinar.*