Los grandes éxitos del diablo 12/2/2023 #1235

Episode 256,   Feb 12, 2023, 08:38 PM

Pastor José Luis Cinalli
12/2/2023
Los grandes éxitos del diablo


Dios dijo: “No comas del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque si comes de él morirás…”, Génesis 2:17 (BDA 2010). La serpiente dijo: Eso es mentira. No morirán”, Génesis 3:4 (TLA).

La serpiente es una clara alusión a Satanás, Apocalipsis 20:2. Después de ser arrojado desde el cielo la perversa criatura se ocultó en el Edén con el propósito de estropear la creación de Dios: “En Edén, en el huerto de Dios estuviste”, Ezequiel 28:13 (RV1602P). Su estrategia consistía en confundir a Eva: “¿Es cierto que Dios les dijo que no coman de ningún árbol del jardín?”, Génesis 3:1 (PDT). Observa este detalle. Eva escucha con absoluta naturalidad a la serpiente, como si estuviera acostumbrada a dialogar con ella. He aquí una señal inequívoca de su depreciada amistad con Dios. Eva pasa menos tiempo con Dios porque se dedica a compartir ideas con su ‘nuevo amiguito’. Ahora bien, ¿cómo se comunicaban? No lo sabemos, pero no sería nada extraño que haya sido a través de los pensamientos como lo hace con nosotros. ¡Cuidado con lo que pensamos! Es cierto que no podemos evitar que el diablo ensucie nuestra mente, pero sí podemos evitar que la basura permanezca allí por demasiado tiempo. Según la Biblia nuestra mente podría ser una cueva de víboras; un nido lleno de huevos de serpientes a quienes nosotros mismos podríamos estar incubando: “Incuban huevos de áspides…”, Isaías 59:5. No hay nada inofensivo e inocente en proteger los malos pensamientos. Si nos los expulsamos rápidamente estos pueden envenenar todo nuestro ser: “…El que coma de estos huevos morirá…”, Isaías 59:5 (BAD). Por eso Pablo dijo: “Capturamos los pensamientos rebeldes…para que se sometan a Cristo”, 2ª Corintios 10:5 (NTV y NVI). A menudo enfrentamos fuertes presiones espirituales y grandes tormentos mentales. Como si una nube negra nos envolviera. No podemos pensar ni ver con claridad. Dudamos y desconfiamos de todos, incluso de Dios. No nos sentimos queridos ni apoyados. ¿Has experimentado algo parecido? Entonces presta atención a lo que te diremos: no asumas la responsabilidad por esos huérfanos espirituales. No te sientes sobre esa nidada de pensamientos basura. No patees las serpientes, mátalas. Porque si no lo haces, ellas terminarán estrangulando tu vida espiritual.

¿Cuál fue el primer pecado de Eva? Despreciar la revelación divina. La orden consistía en no comer del fruto, pero Eva le dijo que Dios les había prohibido “bajo amenaza de muerte, comer o tocar el fruto del árbol…”, Génesis 3:3 (BDA 2010). Las Escrituras son el medio que Dios emplea para hacernos conocer su voluntad. Dudar de ellas sería una blasfemia y una señal inequívoca de incredulidad. Además, obrar así, otorga una clara ventaja para el enemigo, quien nos alejará de Dios como lo hizo con Eva. “¡No morirán! —respondió la serpiente a la mujer”, Génesis 3:4 (NTV). La mentira más mentirosa de Satanás es hacer a Dios mentiroso. Jesús dijo que “el diablo… miente… porque es mentiroso…”, Juan 8:44 (NTV). La serpiente insulta a Dios y Eva permanece indiferente. ¿Cómo pudo ser posible? Sencillo. La Palabra de Dios había sido descuidada y ya no tenía autoridad sobre ella. La única protección que tenemos contra los ataques satánicos es la fe inamovible en la inspiración plena y la autoridad suprema de toda la Escritura. La duda es una puerta abierta al abismo. ¿No lo crees? Observa cómo terminó Eva: rindiendo adoración a la serpiente y aceptando sus mentiras como la verdad suprema. No lo olvides: ¡el conocimiento de Dios y el sometimiento a Su Palabra nos capacitan para desbaratar toda maquinación diabólica! “Está escrito”, fue el arma con que Jesús se defendió de cada ataque satánico. Eva, en cambio, conocía poco la Palabra de Dios ya que no sabía el nombre del árbol del que no debía comer. Lo llama “el árbol que está en medio del huerto” (Génesis 3:3) en lugar del “árbol de la ciencia del bien y del mal”, Génesis 2:17. ¡Vivir de “toda palabra que sale de la boca de Dios” es el secreto para vivir en victoria!

Ahora bien, Eva escuchó lo que Satanás le dijo y “quedó convencida”, Génesis 3:6 (NTV). Convencida de una mentira: que el pecado era bueno y Dios era malo: “Dios sabe que, en cuanto coman del fruto… serán como Dios…”, Génesis 3:5 (NTV). Eva creyó que existía una bendición en comer del árbol y que Dios no quería dársela. ¿Qué clase de Dios es ese que se queda con nuestra felicidad? Eva creyó que una vida vivida en desobediencia era mucho mejor que una vida vivida en obediencia. Vive como quieras porque “no morirás” (Génesis 3:4) le dijo la serpiente. Pero murió ella y su esposo. No subestimes el poder que tiene la desobediencia, pues la Biblia dice que “la paga que deja el pecado es la muerte”, Romanos 6:23 (NTV). ¡El pecado mata nuestra vida espiritual y aleja a Dios de nuestras vidas! Y también su bendición. Por donde lo mires, el pecado es el peor negocio de la vida.  

Veamos las consecuencias de creer las mentiras del Mentiroso. “Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron a… Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron…, Génesis 3:8 (NTV). Dios dejó a Adán y a Eva en el huerto. Pero cuando volvió ya no estaban allí. No estaban en el lugar donde Dios los había dejado y donde quería que estuvieran. Entonces se internó en el monte para buscarlos. ¿Qué pudo haber visto el Inmaculado en el hombre para tomar esa decisión? Lo mismo que el pastor vio en la oveja perdida o lo que la mujer sintió cuando buscaba la dracma perdida. Existe valor en la vida de un pecador. ¡Sublime gracia aquella que impulsó a Dios a ofrecer un salvoconducto para que el hombre volviera a los brazos de su Creador! Ahora bien, la gracia de Dios no invalidó Su justicia. El Señor no dejó sin castigo al hombre. La primera pareja fue echada del Edén al mundo de cardos y espinos, Génesis 3:17-19. La gracia puede perdonar, pero el gobierno de Dios no puede ser burlado. La gracia hizo que Moisés viera la tierra prometida, pero la justicia divina lo condenó a morir antes de entrar. La gracia perdonó a David, pero la espada nunca se apartó de su casa. La gracia perdonó el pecado de Adán, pero su justicia lo expulsó del Edén. Vivir en la gracia no significa que podamos hacer cualquier cosa sin consecuencias. La gracia no es una licencia para pecar. Si elegimos hacer lo malo pagaremos por ello: “… Pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”, Gálatas 6:7.

Lo realmente maravilloso de toda esta historia es que existe gracia en medio de tanto sufrimiento. Adán presenció la condenación de la serpiente antes de oír el fallo contra sí mismo: “Dios le dijo a la serpiente: “Por esto que has hecho, maldita seas… y comerás el polvo de la tierra. Haré que tú y la mujer sean enemigas; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un hijo suyo te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón, Génesis 3:14-15 (TLA). Comer polvo da la idea de una derrota total, Isaías 65:25. Satanás está derrotado y, desde el principio, Dios le hizo saber al mundo entero su final para que nadie tenga miedo. Aunque intentó medir fuerzas con Jesús la serpiente antigua fue aplastada en la cruz: Cristo… despojaba a Satanás… y proclamaba al mundo el triunfo… en la cruz, Colosenses 2:14-15 (NT-BAD). ¡Ánimo! Que nadie dude ni tema porque no estamos en el equipo perdedor. En Cristo compartimos la victoria: “El Dios de paz aplastará a Satanás bajo vuestros pies”, Romanos 16:20 (BAD).

Adán escuchó que la serpiente sería aplastada y que de la simiente de su mujer (no la del hombre) vendría un Redentor. Este es el proto-evangelio; es decir, el primer evangelio porque es el prototipo del evangelio anunciado por Jesús. Esta es la primera profecía mesiánica y también la primera promesa de su nacimiento virginal. Aun antes de que un ser humano muriera, ya Dios había provisto un Salvador. Maravillosa y sublime gracia. Por otra parte, Adán escuchó la promesa de un Salvador y la creyó, por lo que llamó a Eva “madre de todos los vivientes”, Génesis 3:20 (BDA 2010). La promesa se cumplió en Jesucristo quién, nacido de mujer, derrotó completamente a Satanás. Es cierto que Satanás hirió en el talón al Mesías, pero éste le aplicó un golpe mortal en la cruz.

Lo sucedido en aquel jardín precioso está lleno de principios espirituales. 1) El secreto de una vida plena consiste en no abandonar nunca nuestra posición de dependencia y sumisión absoluta a la voluntad de Dios. 2) Siempre existe esperanza para aquellos que confían en Dios. Es cierto que los querubines impedían que Adán y Eva llegaran hasta el árbol de la vida, pero la promesa divina les mostraba el camino a la simiente de la mujer. Es decir, a Cristo, cuya obra redentora abriría paso al Paraíso celestial donde el hombre estaría para siempre libre del poder del pecado y de la muerte. Dios exhibió gracia en medio del juicio. A pesar del sufrimiento, Adán y Eva tenían delante de sí un camino que les conducía a la misma presencia de Dios. Es posible que suframos como resultado de alguna mala decisión. Es posible que Dios haya cerrado un camino que parecía inmejorable, pero si miras a tu alrededor seguramente verás una señal en la que Dios te está indicando un nuevo camino, una nueva oportunidad y un nuevo amanecer. ¡Ejercítate en la fe porque se avecina la mejor temporada de tu vida!