El escudo espiritual del creyente 16/10/2022 #1218
Episode 233, Oct 17, 2022, 12:54 AM
Pastor José Luis Cinalli
16/10/2022
El escudo espiritual del creyente
16/10/2022
El escudo espiritual del creyente
“Para nosotros el SEÑOR será el Poderoso. Será como un ancho río de protección que ningún enemigo puede cruzar…”, Isaías 33:21 (NTV).
Aquellos que se atrevieron a desafiar al único y verdadero Dios recibieron una paliza ejemplar para toda la vida: “¡Ay del que no siendo más que un tiesto como cualquier tiesto de la tierra, pleitea con su Hacedor!”, Isaías 45:9 (RV 1995). Tomemos como ejemplo al Faraón y su panteón de dioses egipcios. Fueron humillados, abatidos y derrotados, Números 33:4. El día en que ‘dagoncito’ midió fuerzas con el Dios Todopoderoso se hizo polvo en el suelo. “Si de comparar fuerzas se trata, ¡Dios es más poderoso!”, Job 9:19 (TLA). Dios ajustició y sometió al ‘principito’ Belcebú llamado por Dios el “príncipe de las moscas”, 2º Reyes 1:3 (Septuaginta). Todos ellos fueron ‘cacheteados’ sin atenuantes. El día que se atrevieron a provocar al grandísimo y Supremo Dios fueron reducidos y aplastados como cucarachas. ¡Dios es invencible, indestructible e imbatible! Nadie “puede hacerle frente…”, Jeremías 10:10 (NTV).
Ahora bien, ¿pueden los enemigos de Dios destruir su iglesia? Si pudieran, ya lo hubieran hecho. La iglesia permanece viva, a pesar de los innumerables embates del diablo. Esto constituye una prueba contundente de que nadie puede contra ella. ¿Y sabes por qué? Porque Dios la defiende: “Cualquiera que toca a mi pueblo, toca la niña de mis ojos… los que le hacen daño están lastimando lo que más quiero… Por eso yo mismo lucharé… y levantaré mi puño para aplastarlos”, Zacarías 2:8 (DHH, PDT, NTV). ¡Qué esperanzador! El Dios invencible nos protege. ¿Y por qué lo hace? Porque nos ama. Jesús declara que el Padre nos ama tanto como lo ama a Él: “… Tú los amaste tanto como me has amado a mí”, Juan 17:23 (NT-BAD). Ya que somos “su más preciada posesión…” (Zacarías 2:8, NTV) Dios les advierte a los ‘poderosos’ de este mundo: “No toquen a mis elegidos… no se metan con mi pueblo elegido…”, Salmo 105:15 (PDT, TLA). Algunos lo intentaron y fueron reducidos a la nada: “Las velas de los enemigos cuelgan flácidas de los mástiles rotos… Porque el Señor es nuestro juez…, el Señor es nuestro rey, él nos salvará”, Isaías 33:23 (NTV, BDA 2010).
Repasemos la historia de los mentecatos que midieron fuerzas con Dios. Un día, un grandote llamado Goliat apareció de la nada y desafió “al campamento de Israel”, 1º Samuel 17:10. Entonces David dijo: “… ¡Quién es ese filisteo incircunciso para que insulte así a las tropas del Dios vivo!... ¿Quién se cree que es para desafiar al ejército del Dios viviente?”, 1º Samuel 17:26 (BLA y PDT). Al igual que Dagón, Belcebú y los dioses filisteos, este macuco se atrevió a provocar a Dios desafiando a “su más preciada posesión”. ¿Y cómo le fue? Terminó besando el suelo y sin cabeza, 1º Samuel 17:51. Pensemos ahora en el hechicero Amán. Consejero y primer ministro del rey Asuero. Fogoneado por el mismísimo Satanás preparó un complot para exterminar a los judíos: “Amán, el enemigo de los judíos, había ideado un plan para acabar con ellos….”, Ester 9:24 (TLA). Amán era brujo. Su nombre significaba: “ser turbulento”, demostrando su identidad demoníaca. Amán desafió al pueblo escogido del Señor. Satanás retó a Dios a un duelo a muerte. ¡Hasta el mismo diablo es estúpido algunas veces! Advierte lo que dice la Biblia: “Amán… el enemigo de los judíos, había conspirado para aplastarlos y destruirlos…”, Ester 9:24 (NTV). Mediante brujería le fue revelado el día de la destrucción: “Echaron… suertes... a fin de determinar cuál era el mejor día… para llevar a cabo el plan. Se escogió el día 7 de marzo…”, Ester 3:7 (NTV). ¿Y qué sucedió? “Llegó el día… cuando debía cumplirse la orden… para que los judíos fueran destruidos. ¡Pero ocurrió lo contrario, porque ese día los judíos triunfaron sobre sus enemigos!”, Ester 9:1 (TLA). Demos gloria a nuestro gran Dios. Porque de la misma manera que protegió a Israel nos protege a nosotros, sus hijos: “Escapamos como un pájaro de la trampa del cazador; ¡la trampa se rompió y somos libres! ¡El creador de cielo y tierra nos ayudó a escapar!”, Salmo 124:7 (NVI) y 8 (TLA).
Veamos otro ejemplo bíblico. Las maldiciones que Balaam le echaba al pueblo de Israel no surtían efecto porque ellos estaban protegidos. ¿Recuerdas la historia? “Balac… rey de Moab, empezó una guerra contra Israel. Llamó a Balaam… para que lo maldijera”, Josué 24:9 (NTV). Balac era consciente de que su dios no podía con el Dios de Israel. Entonces recurrió al recurso espiritual más poderoso que conocía: la maldición. “Si maldices a ese pueblo, te pagaré todo el dinero que quieras…”, Números 22:17 (TLA). Balaam quiso maldecir a Israel pero no pudo: “¿Cómo puedo maldecir a quienes Dios no ha maldecido?... ¡Dios ha bendecido, y yo no puedo revertirlo!”, Números 23:8 y 20 (NTV). ¿Por qué los hechizos del gran brujo Balaam no provocaban consecuencias negativas? Porque Israel estaba protegido por Dios. Balaam era un hombre empapado en el mundo ocultista, Números 24:1. Sin embargo se daba cuenta que sus recursos espiritistas eran inútiles: “… El SEÑOR… está con ellos… Ninguna maldición puede tocar a Jacob; ninguna magia ejerce poder alguno contra Israel…”, Números 23:21-23 (NTV). El Dios que protegía a Israel es nuestro Dios. Él nos protege. Incluso más, es capaz de revertir una maldición en bendición: “… El Señor… te ama… y cambió la maldición en bendición”, Deuteronomio 23:5 (BLPH). “… Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?”, Romanos 8:31 (NTV).
Un día el rey de Asiria amenazó con destruir a Israel: “… ¿Acaso no se han enterado de lo que yo y mis antepasados hemos hecho con todas las naciones? ¡Ningún dios ha podido detenernos! ¿Qué les hace pensar que su Dios sí podrá hacerlo? Si ninguno de esos dioses pudo librar a su pueblo de mi poder, ¡mucho menos podrá hacerlo el Dios de ustedes!...”, 2º Crónicas 32:13-14 (TLA). ¡Qué paliza recibió el osado rey de Asiria al tentar al Dios Todopoderoso! “El SEÑOR… destruyó al ejército asirio junto con todos sus comandantes y oficiales…”, 2º Crónicas 32:2 (NTV). Todos estos ejemplos bíblicos nos recuerdan que Dios es fiel en proteger a sus hijos. El amor de Dios por nosotros es inmortal e incorruptible. Dios no puede corromperse. Siempre habrá personas presumidas que intentarán sobornar a Dios para que abandone a su pueblo. Cuando Balaam trató de poner a Dios de parte de Balac no reparó en gastos: levantó un altar tras otro e hizo un sacrificio tras otro, esperando así ‘obligar’ al Señor a que se pronunciara contra su pueblo. Pero el Padre fue fiel a sus hijos y descargó su juicio sobre aquella nación que contrató a Balaam para maldecir su más preciada posesión. No debemos pensar mal de Dios. Nunca jamás debemos dudar de su gran amor: “¿No te acuerdas, pueblo mío, cómo el rey Balac… intentó que te maldijeran y cómo, en lugar de eso… te bendijo?... Yo, el SEÑOR, hice todo lo posible para enseñarte acerca de mi fidelidad”, Miqueas 6:5 (NTV).
Piensa en las siguientes promesas de cuidado y protección: “… Pelearán contra ti, pero te aseguro que no te podrán vencer, porque yo estaré a tu lado para cuidarte”, Jeremías 1:19 (TLA). “El SEÑOR es un refugio… un lugar seguro en tiempos difíciles”, Salmo 9:9 (NTV). “Con nosotros está el Dios del universo… ¡él es nuestro refugio!”, Salmo 46:7 (TLA). “… Él es escudo para todos los que buscan su protección”, 2º Samuel 22:31 (NTV). “El Señor es quien te cuida; el Señor es quien te protege, quien está junto a ti para ayudarte”, Salmo 121:5 (DHH). “… No tengan miedo... No hay otro dios fuera de mí, no hay otro dios que los proteja. ¡Y si lo hay, yo no lo conozco!”, Isaías 44:8 (TLA). “… Yo los he cuidado… los he llevado en brazos y seguiré haciendo lo mismo hasta que lleguen a viejos… los sostendré y los salvaré porque yo soy su creador”, Isaías 46:3-4 (TLA). “El SEÑOR… está de mi lado… Todos mis enemigos serán destruidos…”, Isaías 50:9 (NTV). “Si alguien te ataca, no será de mi parte; cualquiera que te ataque caerá ante ti”, Isaías 54:15 (NVI). “… Nadie ha hecho un arma capaz de destruirte… porque yo, el único Dios, hago triunfar a los que me adoran…”, Isaías 54:17 (TLA). “… Lo libraré de sus enemigos, no con armas y ejércitos ni con caballos y jinetes, sino con mi poder como el SEÑOR su Dios”, Oseas 1:7 (NTV). “Yo estaré atento para defender a los míos… El opresor no volverá a oprimirlos, porque ahora yo vigilo con mis propios ojos”, Zacarías 9:8 (DHH). “… El SEÑOR… peleará por ustedes contra sus enemigos y les dará la victoria”, Deuteronomio 20:4 (NTV). “Dios es mi refugio, él me protege; mi escudo, me salva con su poder. Él es mi escondite más alto, mi protector y Salvador…”, 2º Samuel 22:3 (PDT). “El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Dios es mi refugio, él me protege; mi escudo, me salva con su poder. Él es mi escondite más alto”, Salmo 18:2 (PDT). “... Dios… cabalga por el firmamento para ir en tu ayuda… El Dios eterno es tu refugio, y sus brazos eternos te sostienen… Él es tu escudo protector y tu espada triunfante…”, Deuteronomio 33:26-29 (NTV).