E ayuno ordenado por Dios 09/04/2020 #1086J
Episode 89, Apr 12, 2020, 11:11 AM
Pastor José Luis Cinalli
9/4/2020
El ayuno ordenado por Dios
“Organicen un día de ayuno… háganlo para honrar a Dios…”, Joel 1:14 (PDT); 1ª Corintios 10:31 (TLA).
El ayuno es una llave espiritual que abre puertas allí donde otras han fracasado; sin embargo, no funciona si el que lo practica está en pecado: “… A ustedes les encanta andar lejos de mí… por lo tanto… cuando… ayunen no les prestaré atención…”, Jeremías 14:10-12 (NTV). El ayuno tampoco funciona cuando la motivación no es la correcta: “Ustedes hacen ayuno… pero no lo hacen para honrarme a mí”, Zacarías 7:5 (DHH). “Ayunan para complacerse a sí mismos”, Isaías 58:3 (NTV). Un ayuno mal hecho no solo es ineficaz sino que puede resultar perjudicial. Jezabel proclamó ayuno con la intención oculta de matar al hombre que no quería venderle un terreno y Dios la castigó duramente: “… Los perros se comerán a Jezabel en el muro de Jezreel”, 1º Reyes 21:23. Finalmente, el ayuno tampoco funciona cuando se lo hace para aparentar espiritualidad: “Cuando ayunes, que no sea… para que la gente los admire… Les digo la verdad, no recibirán… recompensa…”, Mateo 6:16 (NTV). El único ayuno que funciona es aquel que se hace para la gloria de Dios: “El que no come, lo hace por el Señor…”, Romanos 14:6 (Jerusalén 1998). Veamos cuales son los elementos indispensables del ayuno escogido por Dios:
1. Humillación. “… Humillarán sus almas… serán limpios de todos sus pecados…”, Levítico 16:29-30 (NBLH). Dios tiene leyes inflexibles en su trato con el hombre: el pecado atrae juicio, pero la humillación atrae su presencia y su bendición: “Yo vivo… con el hombre arrepentido y humillado…”, Isaías 57:15 (BLA). “Bende ciré a los que tienen un corazón humilde y arrepentido…”, Isaías 66:2 (NTV). Existe otro beneficio de la humildad: nuestras oraciones son escuchadas: “Si se humillare mi pueblo… yo oiré desde los cielos…”, 2º Crónicas 7:14. Veamos dos ejemplos bíblicos de humillación. El primero es Acab. La Biblia dice que “… no hubo nadie como Acab que ofendiera tan gravemente al Señor con sus acciones…”, 1º Reyes 21:25 (BLPH). Sin embargo, al final se arrepintió y fue perdonado: “¿Viste cómo Acab se ha humillado ante mí? Por haberse humillado, no haré lo que prometí mientras él viva...’”, 1° Reyes 21:29 (NTV). El segundo ejemplo es Manasés. Este rey era tan corrupto como Acab pero un día: “... Se humilló tanto… que Dios escuchó su oración y lo perdonó…”, 2º Crónicas 33:12-13 (TLA). Ten presente que “Dios no desprecia a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente”, Salmo 51:17 (TLA). Sin embargo, Dios trata de una manera diferente a los orgullosos. Herodes murió comido por los gusanos porque “no dio la gloria a Dios”, Hechos 12:23. ¿Y qué me dices de Nabucodonosor? Alardeaba de su grandeza mientras caminaba por la terraza de su palacio y Dios lo envió al campo a vivir entre los animales, Daniel 4:33. Si permaneces humilde el Señor podrá hacer grandes cosas en tu vida, pero muy pocas si eres orgulloso.
Déjame insistir en este punto. El pecado es el primer obstáculo a la bendición. Quizás seas íntegro en 9 de cada 10 áreas de tu vida, pero esa que te falta rendir a Dios es la que detiene tu bendición. Tal vez sea solo un pecado el que te impide ser usado por Dios. Debes removerlo o nunca experimentarás su unción y su poder. Pídele al Espíritu que te guíe en la limpieza espiritual. Comienza con tu mente. No hay nada inofensivo e inocente en proteger los malos pensamientos. Pon un filtro y haz un pacto con tus ojos para no mirar nada que pueda contaminarte, Job 31:1. Santifica tu boca y asegúrate que sea solo un instrumento de Dios para predicar su Palabra. Purifica tus manos y sobre todo purifica tu corazón: “Que se consoliden vuestros corazones con santidad irreprochable ante Dios…”, 1ª Tesalonicenses 3:13 (CJ). El poder espiritual deriva de la pureza. Por lo tanto: ¡arréglate con Dios!
2. Gratitud. “Vayamos a su encuentro con acción de gracias…”, Salmo 95:2 (Castillian). “Si de veras quieres honrarme, tráeme ofrendas de gratitud”, Salmo 50:23 (TLA). “Entren por sus puertas con acción de gracias…”, Salmo 100:4 (NTV). Son pocos los que conocen el poder que fluye de un corazón agradecido. El día de la inauguración del templo de Salomón Dios decidió manifestarse cuando todos dieron gracias: “… Se unieron para alabar y dar gracias al SEÑOR… En ese momento… la gloriosa presencia del SEÑOR llenaba el templo”, 2º Crónicas 5:13-14 (NTV). Ahora bien, no cometas el error de nuestra querida Pina (protagonista principal del libro infantil Las aventuras de Pecos y Pina) que daba gracias POR TODO y pasaba rápidamente a las peticiones. Toma tiempo para reconocer todas las bendiciones comenzando con tu salvación. Dale gracias a Dios por tu tesoro más grande. No subestimes la bendición de haberte levantado con vida el día de hoy o la de tener una familia. Ropa, comida, techo y cama también son grandes bendiciones. ¿Y qué decir de tener una iglesia a la que asistir o una Biblia para leer o la oportunidad de adorar a Dios sin ser hostigado o perseguido? Repasa tus bendiciones y no te olvides de enviar un acuse de recibe al cielo a través de una oración de gratitud a Dios.
3. Oración por avivamiento. Posiblemente alguien crea que antes de pedir por un avivamiento en la iglesia deberíamos pedir por la salvación de los perdidos. Pero si la iglesia duerme, ¿quién le predicará a los perdidos? Si el predicador de buenas noticias duerme, el mundo no tiene posibilidades de salvarse. ¿Qué pensaríamos del bombero que deja que arda la ciudad mientras él descansa? Con todo, su culpa no puede compararse con la de los cristianos que duermen mientras los pecadores se hunden en el fuego del infierno. ¿Te das cuenta? La salvación del mundo depende del avivamiento de la iglesia. El profeta Habacuc lo sabía, por eso dijo: “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos…”, Habacuc 3:2. Necesitamos recuperar el poder espiritual para ser efectivos en la evangelización. Y el ayuno le da fuerza a nuestras oraciones en favor de un avivamiento. No es desconocida la relación entre el poder espiritual de algunos profetas y la dieta que llevaban. En Querit Elías se alimentaba solo de pan y carne que le traían los cuervos y bebía únicamente agua del arroyo. Este profeta tenía una dieta restringida. Daniel recibió la capacidad de interpretar sueños después de haber ayunado, Daniel 10:2-3. ¿Cómo recibiremos el poder de lo alto si el canal por donde viene está obstruido? Desempolvemos la vieja herramienta espiritual del ayuno.
4. Oración por un despertar espiritual. Jesús nos enseñó a orar por la salvación de la personas: “Ustedes deben orar así: “Padre nuestro… que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios… Que todos los que viven en la tierra te obedezcan…”, Mateo 6:9-10 (TLA). Ahora bien, nosotros podríamos ser el estorbo de Dios para la salvación de las personas: “Dios tiene poder para salvar… pero la maldad de ustedes los ha separado de Dios. Sus pecados han hecho que Dios se tape los oídos y no quiera escucharlos”, Isaías 59:1-2 (TLA). “Dios tiene poder para salvar” y, ¿por qué la gente no se salva? El pecado lo está impidiendo. El pecado nos priva del poder divino. De ahí la importancia de purificarnos. Ahora bien, la oración por un despertar espiritual tiene que ir acompañada de la obediencia a su Palabra. Jesús nos dio una misión: “Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos”, Marcos 16:15 (NTV). ¿Lo estamos haciendo? Cristo es la solución a los problemas de este mundo. Por eso debemos predicarlo. Debemos usar todos los recursos disponibles para comunicar el mensaje. La campaña de Todos contra el abuso infantil, la radio, el hogar, el canal de la iglesia, las redes sociales. Todo tiene que tener por objetivo predicar a Cristo. Recuerda que el mensaje que proclamamos tiene implicancias eternas. Si las personas no creen en Jesús se pierden para siempre. Y Dios cuenta con nosotros para anunciar esa gran noticia. No existe un plan alternativo. Si no predicamos la gente será condenada y Dios nos hará responsables por esas pérdidas. Por lo menos eso fue lo que Dios le dijo a Ezequiel: “… Su sangre demandaré de tu mano…”, Ezequiel 3:18.
Una breve reflexión final. Jesús dijo: “… Vayan y hagan discípulos de todas las naciones… Y les aseguro que estaré con ustedes siempre…”, Mateo 28:19-20 (NVI). “Vayan y hagan discípulos” y “estaré con ustedes siempre”. Su presencia se promete en un contexto de obediencia. El que obedece cuenta con su presencia. Ahora lee el siguiente pasaje: “Y los discípulos... salieron a anunciar… las buenas noticias… y el Señor… los acompañaba y los ayudaba por medio de señales milagrosas”, Marcos 16:20 (TLA). El que obedece compartiendo a Cristo cuenta no solo con su presencia sino también con su poder. Ahora leamos de corrido: “vayan... estaré con ustedes siempre... los discípulos salieron... el Señor Jesús los acompañaba y los ayudaba por medio de señales milagrosas”. La mejor manera de experimentar la presencia, el poder y la unción es compartiendo a Cristo. ¿Lo harás?