Tres consejos para blindar todo lo que tienes 26/01/2020 #1076
Episode 78, Jan 27, 2020, 01:04 AM
Pastor José Luis Cinalli
26/01/2020
Tres consejos para blindar todo lo que tienes
1. Somos llamados a consagrarnos a una persona y no a una causa. Nuestro primer objetivo no es ganar almas ni plantar iglesias sino agradar a Dios: “... Nuestro único propósito es agradar a Dios”, 2ª Corintios 5:9 (PDT). Existen dos errores comunes en este sentido. Enamorarse del ministerio más que de Dios. Ese fue nuestro caso. La cruzada por los niños tomó el lugar de Dios en nuestro corazón. La agenda acabó con nuestra vida espiritual. Para restablecer el orden de las prioridades Dios tuvo que hablarnos con mano fuerte permitiendo que enfermedades serias tocaran nuestras vidas. No caigas en la misma trampa. Asegúrate que tu pasión por Cristo sea más grande que la pasión por tu llamado, de lo contrario el ministerio se convertirá en un ídolo. El segundo error es menospreciar el llamado. Moisés le dijo a Coré: “¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado... para que estén cerca de él...?”, Números 16:9 (NVI). El Rey del universo nos invitó a trabajar para Él. ¿Puede existir un privilegio más grande? Sin embargo, para muchos creyentes cualquier cosa que se interponga en su camino parece ser mejor y los pastores no son inmunes, especialmente en este tiempo en el que involucrarse o aspirar a un cargo político parece ser más atractivo que el ministerio. Recuerda lo que dijo Carlos Spurgeon: “Si Dios te ha llamado a ser predicador no rebajes por el camino para ser rey”.
2. La santidad es una barrera protectora que protege del mundo demoníaco. “Un día los miembros de la corte celestial llegaron… delante del SEÑOR, y… Satanás, vino con ellos… Entonces el SEÑOR preguntó a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? … Es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Satanás le respondió…: —Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es!”, Job 1:6-10 (NTV). Satanás reconoce que Dios ha levantado una valla protectora alrededor de Job, una cobertura espiritual que bloquea el acceso demoníaco. Esa barrera era la santidad. La santidad era la razón de su bendición y también la de su familia. Hijos protegidos, familia protegida, economía protegida. ¡Todo protegido! Además la santidad de los líderes constituye una bendición para las personas que están bajo su autoridad, mientras que la falta de santidad atrae juicio y maldición sobre el pueblo que lidera. Salomón es un claro ejemplo: “Por causa del pecado de Salomón, castigaré a los descendientes de David…”, 1º Reyes 11:39 (NTV). ¿Necesitas más pruebas escriturales? “El Señor estaba humillando a Judá por causa de Acaz… pues este… le había sido totalmente infiel al Señor”, 2º Crónicas 28:19 (NTV). “Él abandonará a Israel, debido a que Jeroboam pecó e hizo que Israel pecara con él”, 1º Reyes 14:16 (NTV). “Ezequías… se volvió orgulloso. Por eso el enojo del Señor vino contra él y contra Juda y Jerusalén”, 2º Crónicas 32:25 (NTV). ¡Qué importante es estar bajo la autoridad de líderes que vivan en santidad y temor de Dios!
3. El pecado sexual te ata al infierno: “Tengo algunas cosas contra ti: Tú permites que Jezabel… enseñe… a practicar el sexo a la ligera; ella los incita a cometer inmoralidades… No son más que profundidades de Satanás…”, Apocalipsis 2:20-24 (NT-BAD). Una congregación cuyos líderes toleran en sus propias vidas o en aquellos a quienes lideran el pecado está destinada a ser abandonada por Dios. Los capítulos 19 y 20 del libro de Jueces narran la historia de un levita y su concubina que regresaban de un largo viaje y decidieron pasar la noche en una ciudad llamada Gabaa. Un anciano los hospedó en su casa y mientras disfrutaban de la cena algo tenebroso sucedió: “Los hombres de aquella ciudad… hijos de Belial, rodearon la casa, golpeando las puertas, y diciendo al… viejo dueño de la casa: Saca fuera el hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos”, Jueces 19:22 (RVG). El verbo que se emplea para ‘conocer’ es el mismo que aparece en Génesis 4 cuando se dice que Adán conoció a Eva, dando a entender que tuvieron intimidad sexual. Ahora bien, el Espíritu Santo dice que los hombres de aquella ciudad que querían satisfacer sus deseos homosexuales eran hijos de Belial. Y Pablo aclara que Belial es Satanás: “¿Qué armonía hay entre Cristo y Belial?”, 2ª Corintios 6:15 (RV95) o como lo dice otra versión: “¿Qué armonía puede haber entre Cristo y el diablo?”, NTV. ¿Te das cuenta? Existe una relación muy estrecha entre el mundo demoníaco y la perversidad sexual.
Insistimos en este punto. La santidad te protege del diablo, pero la inmoralidad te liga a él. ¿Te acuerdas de Balaam? Trató de destruir a Israel utilizando la hechicería, pero no puedo porque la nación estaba blindada por Dios: “Ninguna maldición puede tocar a Jacob, ninguna magia ejerce poder alguno contra Israel”, Números 23:23 (NTV). Dios protegía a su pueblo porque se mantenían santos, Éxodo 34:11-27. Entonces Balaam cambió de estrategia. Los empujó a la inmoralidad: “…Balaam… les enseñó a pecar, incitándolos… a cometer pecado sexual”, Apocalipsis 2:14 (NTV). ¿Y qué sucedió cuando ellos cometieron pecado sexual? ¡Quedaron ligados al infierno! “Los israelitas tuvieron relaciones sexuales prohibidas... Fue así como el pueblo de Israel adoró al dios Baal-peor…”, Números 25:1-3 (TLA). Baal-peor es el mismo a quien los hebreos llamaban Beelzebú, es decir el mismo Satanás: “Los maestros de la ley… decían: ¡Beelzebú está con él!... Está poseído por Satanás…”, Marcos 3:22a (PDT) y 22b (NTV). ¡Qué poder tiene la inmoralidad! Lo que Balaam no pudo con brujerías y hechicerías lo logró con depravación sexual.
Como el pecado sexual te ata al infierno es difícil escapar. Las personas no pueden ser libres de las ataduras sexuales porque no saben cómo pelear esa batalla espiritual. La atadura no se rompe con consejos, terapias o métodos humanos. Cuando el enemigo es espiritual las armas para enfrentarlo tienen que ser también espirituales: “Nunca me valgo de planes ni métodos humanos para ganar mis batallas. Para destruir las fortalezas del mal, no empleo armas humanas, sino las invencibles armas del todopoderoso Dios…”, 2ª Corintios 10:3-4 (NT BAD). Advierte que el apóstol habla de ‘armas’ en plural. Hay que combinar varias disciplinas espirituales para provocar la liberación, tal como lo hizo el pueblo de Israel cuando venció la fortaleza sexual espiritual con la que se enfrentaban en Jueces 20. Dios ordenó a los israelitas pelear contra la tribu de Benjamín porque se había pervertido: “Se levantaron los hijos de Israel, subieron a la casa de Dios y consultaron a Dios, diciendo: – ¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Jehová respondió: –Judá será el primero”, Jueces 20:18 (DHH). ¿Y qué sucedió? Ese día perdieron 22.000 soldados, Jueces 20:21. ¿Qué recursos espirituales utilizaron? La comunión y la oración. Como no les funcionó volvieron a presentarse delante de Dios: “Los hijos de Israel… lloraron delante de Dios hasta la noche, y consultaron a Dios, diciendo: ¿Volveremos a pelear…? Y Dios les respondió: Subid contra ellos”, Jueces 20:23 (NVP). El segundo día agregaron lágrimas a la comunión y la oración. ¿Y cuál fue el resultado? Perdieron 18.000 soldados. Por último “subieron… todo el pueblo, y fueron a la casa de Dios. Lloraron, se sentaron allí en presencia de Jehová, ayunaron aquel día hasta la noche y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz…”, Jueces 20:26 (DHH). Observa la estrategia espiritual que utilizaron. A la comunión, oración y lágrimas le sumaron el ayuno y la ofrenda voluntaria. ¿Y cómo les fue? Salieron y derrotaron por completo al ejército enemigo, Jueces 20:35. Si quieres vencer a tus gigantes y salir con éxito de cada batalla que libres aprende de aquellos que hicieron historia utilizando solo recursos espirituales. ¡Cuántos más recursos espirituales combines mayor la probabilidad de que Dios conteste tus oraciones!