La congregación de Satanás III 14/07/19 (#1048)
Episode 52, Jul 31, 2019, 01:12 AM
Pastor José Luis Cinalli
14/7/2019
La congregación de Satanás - III
“Dicen ser… hijos de Dios… pero… son… congregación de Satanás”, Apocalipsis 2:9 (NT-BAD y DHH). “… Sustentan la causa de Satanás y dicen mentirosamente que son míos…”, Apocalipsis 3:9 (NT-BAD).
Jesús dijo que Satanás tiene su propia iglesia. Eso sí, no es fácil identificarla. El diablo imita todo lo que Dios hace y además es un maestro del engaño. Por tal motivo no resulta sencillo darse cuenta qué iglesia está bajo su gobierno. Las señales externas pueden despistarnos y hasta confundirnos. Un luminoso cartel que diga iglesia, un púlpito donde se exhiba orgullosamente una Biblia o programas sociales como una escuela o un comedor de niños no nos aseguran que esa iglesia pertenezca a Jesús. Necesitamos ir más profundo y averiguar cuáles son los principios espirituales sobre los que se edifica una iglesia falsa. Pero antes debemos saber cuáles son los principios espirituales ordenados por Dios para edificar una verdadera iglesia y eso está registrado en las Escrituras. Cuando los israelitas volvieron del exilio el diseño divino para la edificación del nuevo templo exigía dependencia y sumisión absoluta del Espíritu Santo, obediencia a su palabra y santidad en sus líderes. Acerca de estos dos últimos ya los hemos estudiados en las dos ponencias anteriores. Analicemos ahora el primer requisito. Zorobabel era el líder principal del remanente fiel que volvió del cautiverio y Dios le prohibió confiar en recursos humanos para llevar a cabo la obra: “Dios le está mandando un mensaje a Zorobabel, y es el siguiente: “… no hace falta que seas poderoso, ni necesitas un gran ejército; lo único que necesitas es mi espíritu. Yo soy el Dios todopoderoso, y te aseguro que así es”, Zacarías 4:6 (TLA). La dependencia y comunión con el Espíritu Santo debía ser el pilar fundamental sobre el que se levantaría el nuevo templo, nada diferente para todo aquel que hoy en día quiera edificar una casa espiritual que sea la morada de la presencia de Dios.
La comunión con Dios es el primer principio sobre el que se levanta una iglesia verdadera. Tras el exilio todo el pueblo fue convidado a tener amistad con Dios:“El SEÑOR… dice: “Regresen a mí y yo me volveré a ustedes…’”, Zacarías 1:3 (NTV). El pueblo no podía entender que Dios les pidiera semejante cosa: “…¿Cómo podemos volver cuando nunca nos fuimos?”, Malaquías 3:7 (NTV). ¿Por qué razón Dios les pidió que se volvieran a Él cuando ellos lo servían dos veces al día, los siete días de la semana? ¿Sabes por qué? ¡Porque se puede servir pero lejos de Dios! Hay quienes confunden y creen que servir para Dios es lo mismo que servir a Dios. El gran error de los pastores y líderes es creer que ministrar al pueblo del Señor es servirlo a Él. Y el pueblo incurre en el mismo error. Los israelitas ofrecían holocaustos, traían sus sacrificios y servían, pero sin tener comunión con Dios. Antes que nuestro servicio Dios anhela nuestra cercanía:“El Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros nos anhela celosamente”, Santiago 4:5 (RV 95). Jesús dejó bien en claro que sus discípulos fueron llamados a pasar tiempo con Él antes de hacer algo para Él: “…Y estableció a doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar”, Marcos 3:14. La comunión antecede al servicio.
El servicio no sustituye la comunión con Dios. Existen creyentes que no escatiman esfuerzo para servir. Sacrifican noches, vacaciones y hasta días de trabajo sin goce de haberes para servir a Dios acá o del otro lado del mundo, pero cuántas de esas personas harían lo mismo solo para tener un retiro espiritual con Dios. Es mucho más fácil servir que orar. ¿Y por qué? Porque somos incrédulos. Decimos que la oración es la fuerza más poderosas del mundo; sin embargo, no creemos lo que decimos creer. Jesús aseguró: “Que si dos… se ponen de acuerdo… para pedirle algo a Dios… él se lo dará”, Mateo 18:19 (TLA). Si los líderes y pastores creyeran esta promesa pasarían más tiempo en el aposento alto; se organizarían más vigilas de oración y menos reuniones de trabajo; más ayunos mientras se limitarían las actividades eclesiásticas infértiles. Se tocarían más las puertas del cielo y mucho menos las puertas de los políticos u organizaciones internaciones, en quienes operan libremente el espíritu del anticristo. Si los esposos creyeran la promesa de Jesús pasarían más tiempos orando y menos peleando. Más tiempo en reuniones de oraciones y menos en el shopping. ¿Y por qué no oran juntos? ¿Les falta tiempo? De ninguna manera. Les falta fe. Son incrédulos. El diablo sabe que la oración de los creyentes es el arma más eficiente que poseen, por eso descargará toda su artillería para arruinar sus tiempos de oración. Su mayor preocupación es alejarnos del lugar secreto. Nos llenará de distracciones para hacernos perder la comunión con Dios. ¿No fue ésta la razón de tanta oposición para aquellos que volvieron de Babilonia para edificar un templo? Durante todo el tiempo en que los israelitas construían la casa a Dios los enemigos se opusieron, Esdras 4:6-13. ¿Se opusieron a qué? A que edifiquen casa; en otras palabras a que restablecieran su comunión con Dios.Mientras ellos ofrecían sus sacrificios no fueron estorbados. De hecho ‘sirvieron para Dios’ dos veces al día, siete días a la semana por más de quince años. ¡Sin ser molestados! La oposición vino cuando quisieron restablecer la comunión con Dios. El diablo no se opondrá a que sirvas, estudies teología o te congregues. Ni siquiera a que prediques si lo haces desconectado de Dios. No se opondrá a que prepares proyectos sociales y te reúnas con políticos. Al contrario. Te armará la agenda. Entiéndase bien. Todo esto estará bien siempre que sea la estrategia que Dios te haya dado como consecuencia de haber pasado tiempo con Él en el lugar secreto. No se trata de hacer algo ni hacerlo porque otros lo hacen. Se trata de hacer lo que Dios nos pida hacer.
Los pastores deberíamos tener presente siempre el supremo y honroso llamamiento que tenemos de predicar la Palabra de Dios siendo siervos del Señor. No tengo dudas que existe un plan bien urdido en el infierno que tiene por finalidad sacarnos del lugar secreto. Los asesores de David sabían el valor de que su líder se quedara en Jerusalén y les prestara ayuda orando por ellos: “David… nombró generales y capitanes… y les dijo…: —Yo iré con ustedes. Pero sus hombres se opusieron terminantemente e insistieron: —No debe ir… Usted vale por diez mil de nosotros.Es mejor que nos ayude desde la ciudad…”, 2º Samuel 18:1-3a (NTV) y 3b (BNP).David era más útil en el lugar secreto que en el campo de batalla. ¡Qué devaluado está hoy en día el lugar secreto! Subestimamos la oración. Esta es la razón por la que sustituimos los tiempos de intimidad por el activismo religioso. Nuestro trabajo es espiritual y necesitamos recursos espirituales para ser efectivos. Nuestro enemigo es espiritual y ningún recurso humano podrá debilitarlo. Nos cuesta creer que podemos ser efectivos y productivos demorándonos en el lugar secreto. La lógica nos dice que tenemos que hacer ‘algo’ y entonces hacemos y hacemos pero CON MUY POCOS RESULTADOS. Sin embargo, los hombres de Dios permanecen escondidos con Dios antes de hacer. Saben que ahí está la victoria. Es en el lugar secreto donde encuentran la sabiduría que necesitan y las fuerzas suficientes para enfrentar a sus gigantes. Los hombres espirituales son plenamente conscientes que cuando se rompe la línea de comunicación con el cielo, la misión de Dios aquí en la tierra corre gravísimo peligro.
¡Los líderes son decisivos en el lugar secreto! Son más útiles postrados ante Dios que peleando en el campo de batalla. Los principales dirigentes de la primera iglesia también aprendieron esta preciosa lección. Pese al crecimiento explosivo que vivía la iglesia ellos decidieron perseverar en una sola cosa: LA ORACIÓN:“Nosotros persistiremos en la oración...”, Hechos 6:4. ¿Y cuál fue el resultado?¡Ciudades enteras sacudidas por el poder de Dios y miles de conversiones! ¿Te quedan dudas de que realmente el propósito del diablo es agotarnos en el campo de batalla? Lee detenidamente el siguiente texto: “Ahitofel dijo a Absalón: “Déjame escoger a doce mil hombres que salgan en busca de David esta noche. Lo alcanzaré cuando esté agotado y desanimado. Él y sus tropas se dejarán llevar por el pánico y todos huirán. Luego mataré sólo al rey y te traeré de regreso a toda la gente… Después de todo, es la vida de un solo hombre la que buscas…”, 2º Samuel 17:1-3 (NTV). El plan de Ahitofel era acertado pero Dios lo frustró: “Porque Dios había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara…”, 2º Samuel 17:14 (NVP). Y lo más significativo es que Dios frustró ese plan porque David había orado: “David supo que Ahitofel se había unido al grupo de traidores que andaban con Absalón. Entonces dijo: “Dios mío, te ruego que eches a perder los planes de Ahitofel’”, 2º Samuel 15:31 (TLA). ¡El lugar secreto fue decisivo para poner fin a la rebelión de Absalón! La pregunta a contestar es la siguiente: ¿En qué otro lugar podremos ser de mayor utilidad? Sea cual fuere el problema que tengas o tengan tus seres queridos, ¿de qué otra manera podrías ayudarlos mejor que demorándote en el lugar secreto? Aprendamos la lección de aquellos hombres que hicieron historia y conquistaron el corazón de Dios. Para ellos el secreto estuvo en el lugar secreto. Juan Bunyan dijo: “Yo puedo hacer más que orar, después de haber orado, pero no puedo hacer más que orar, hasta que haya orado”. Y Carlos Spurgeon dijo: “Yo preferiría enseñar a un hombre a orar que a diez hombres a predicar”. ¡El secreto sigue siendo el lugar secreto!
Cuando uno se desconecta de la fuente divina es muy fácil caer en el error. Si no es Dios quién influencia nuestra vida lo hará el diablo, y a través de nosotros a las personas que están bajo nuestro liderazgo: “… El Espíritu Santo nos dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe verdadera; seguirán espíritus engañosos y enseñanzas que provienen de demonios”, 1ª Timoteo 4:1 (NTV). El Espíritu Santo dice que el origen de las falsas enseñanzas es el alejamiento de Dios: “se apartarán de la fe verdadera”. Cuando abandonas el lugar secreto tu consejero vendrá del infierno. Son los espíritus engañadores quienes inspiran al falso maestro cuando éste se aleja de Dios. Los demonios son su fuente de conocimiento: “Esa no es la clase de sabiduría que viene del cielo… en realidad viene del demonio”, Santiago 3:15 (PDT). Entonces el creyente se convierte en un servidor, pero de Satanás, aunque aparente ser siervo Cristo: “Los siervos de Satanás pretenden aparecer como los siervos del bien…”, 2ª Corintios 11:15 (PDT). Y esto es aún más satánico de lo que uno piensa. Porque el pastor o líder que ahora sirve a los propósitos del infierno no lo era al principio de su ministerio. Es muy probable que la iglesia haya comenzado muy bien y que el líder haya estado bien conectado con Dios pero al descuidar, no sus actividades religiosas, sino las disciplinas espirituales que mantenían viva la comunión con Dios, ahora está siendo ministrado por espíritus engañadores y el resultado es que enseña doctrina de demonios. La conciencia de estos líderes está tan cauterizada que ya no logran discernir el bien del mal, el error de la verdad: “Los propagadores de tales ideas y doctrinas mentirán tan descarada y frecuentemente que la consciencia ni siquiera los molestará…”, 1ª Timoteo 4:2 (NT-BAD). Estos líderes están convencidos que sirven a Dios y que las enseñanzas que reciben vienen del cielo cuando en realidad se originan en el infierno.
(continúa...)