¿Pasará la iglesia por la gran tribulación? 16/06/19 (#1044)

Episode 44,   Jun 17, 2019, 12:38 AM

16/6/2019
¿Pasará la iglesia por la gran tribulación?
 
Acerca del arrebatamiento de la iglesia y la gran tribulación existen muchas discusiones y especulaciones. Hay quienes creen que la iglesia será elevada al cielo antes de que llegue la gran tribulación. A estos se los denomina pre tribulacionistas. Hay quienes creen que la iglesia pasará por la gran tribulación. A estos se los llama pos tribulacionistas. Finalmente, no faltan aquellos que creen que la iglesia será arrebatada en medio de la tribulación. A estos se los denomina medio tribulacionistas.
 
La Biblia distingue entre tribulación y gran tribulación. Jesús dijo: “En el mundo tendréis tribulación…”, Juan 16:33 (CJ). Pablo agregó: “… Estamos destinados a sufrir tribulación…”,1ª Tesalonicenses 3:4 (TNM). “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”, Hechos 14:22. Tanto Jesús como Pablo se refirieron a la tribulación de manera general, es decir a las pruebas, dificultades, sufrimientos y angustias que son la herencia común de todos los hijos de Adán. El solo hecho de ser creyente no nos exonera de sufrir adversidades. Ahora bien, cuando la Biblia menciona la gran tribulación se está refiriendo a un tiempo específico en el calendario de la humanidad que todavía no llegó: “… Habrá… gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá…”, Mateo 24:21. Se trata de un tiempo en el que la humanidad experimentará intensos sufrimientos, persecuciones, maltratos y violencia como nunca se ha visto ni se volverá a ver. Ese período comienza con el arrebatamiento de la iglesia y termina con el regreso personal, audible y visible de Jesucristo. A continuación te brindamos algunos argumentos escriturales en favor de que la iglesia no pasará por la gran tribulación:
 
1.     “Por cuanto me has obedecido con paciencia a pesar de la persecución, te protegeré de la gran tribulación… que vendrá sobre el mundo para poner a prueba a la humanidad”,Apocalipsis 3:10 (NT-BAD). Es cierto que los cristianos sufrimos ‘tribulación’ pero esta promesa es una clara alusión a que la iglesia será preservada del gran juicio que se aproxima.  
 
2.     “…Como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre… Noé entró en el arca, y llegó el diluvio y los destruyó a todos. De igual modo… el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos. De la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre ha de ser revelado”, Lucas 17:26-30 (TNM). Jesús utilizó dos eventos del Antiguo Testamento para referirse al arrebatamiento de la iglesia. El primero fue el diluvio. No hubo juicio “Hasta aquel día en que Noé entró en el arca…”, Lucas 17:27 (TNM). Y luego habló del juicio a Sodoma. Y dijo que no hubo fuego hasta “El día en que Lot salió de Sodoma…”, Lucas 17:29 (TNM). Finalmente aseguró que sería igual cuando Él regresara. Así como Dios libró a Noé del diluvio y a Lot del fuego también librará a su pueblo del juicio de la gran tribulación. El apóstol Pablo apoya este punto de vista: “…Ustedes esperan que Jesucristo regrese del cielo... para salvarnos del castigo que él dará a los pecadores en el día del juicio”, 1ª Tesalonicenses 1:10 (TLA).
 
3.     “No hagan tropezar a nadie, ni a judíos, ni a gentiles ni a la iglesia de Dios, 1ª Corintios 10:32 (NVI). Según Pablo existen tres grupos de personas: judíos, gentiles y los que forman parte de la iglesia de Dios. Un judío o gentil lo es en la carne; es decir, por nacimiento natural. Pero los que son de la iglesia de Dios lo son del espíritu; es decir, por nacimiento espiritual y no natural. Dejamos de ser judío o gentil para ser una nueva criatura en Cristo Jesús. Ahora bien, la profecía de Daniel acerca de la gran tribulación es para los judíos: “Tienen que pasar setenta semanas para que termine el castigo contra tu pueblo y la ciudad santa, Daniel 9:24 (TLA). “Tu pueblo”, es el pueblo de Daniel, es decir los judíos, y la ciudad Santa es Jerusalén. Otros profetas también afirman que la gran tribulación será un “tiempo de angustia para Jacob, Jeremías 30:7. Jacob es otra manera de decir Israel. Es cierto que otras porciones bíblicas incluyen a los gentiles en la gran tribulación pero nunca a la iglesia. Concluimos entonces diciendo que el juicio de la gran tribulación está reservado para gentiles y judíos no convertidos y no para la iglesia del Señor.
 
4.     “Velad… orando a todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir…, Lucas 21:36 (OSO). Jesús pronunció estas palabras en medio de su descripción de la gran tribulación. Habló de ser vigilantes y estar preparados para evitar todos esos sufrimientos. Sus palabras están dirigidas a los que saben velar y orar, es decir a los creyentes. De modo que según Jesús existe una forma de escapar del juicio de la gran tribulación, esto es formando parte de la familia de Dios.
 
5.     “¡Se acerca el gran día en que vendré a castigarlos!... Será un día de gran enojo, un día de aflicción y angustia, un día de completa destrucción… un día de profunda oscuridad… El día que yo me enoje, le prenderé fuego a la tierra... ¡En un instante serán destruidos todos…!”, Sofonías 1:14-18 (TLA). “… Se acerca el día en que vendré a castigarlos… Cuando me enojo, soy como el fuego; ¡voy a quemar toda la tierra!”, Sofonías 3:8 (TLA). Es evidente que el propósito de la gran tribulación es punitivo, esto es castigar a los pecadores que no se han arrepentido. En cambio, para los que sí lo hicieron la Biblia dice que Dios no derramará su ira: “Dios no nos escogió para derramar su ira sobre nosotros, sino para salvarnos a través de nuestro Señor Jesucristo”, 1ª Tesalonicenses 5:9 (NT-BAD). Y también dice que no habrá condenación: “… Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…”, Romanos 8:1. Nótalo bien. ¡Ninguna condenación! La condenación o castigo que merecíamos por el pecado la recibió Cristo en su cuerpo sobre el madero. Esa sangre nos limpia de todo pecado y nos da la esperanza gloriosa de ser arrebatados cuando Cristo regrese y no la triste esperanza de quedarnos en la tierra y pasar por el juicio. Si todo lo que el creyente esperara fuera el látigo del anticristo y los juicios de la gran tribulación su esperanza no sería placentera, ni feliz ni bienaventurada, más bien sería un esperanza azarosa, lúgubre e indeseada. Después que Pablo anunciara el arrebatamiento de la iglesia dijo: “…Anímense unos a otros con estas palabras”, 1ª Tesalonicenses 4:18 (NTV). ¿Quién podría consolarse con palabras de juicio o tribulación si es eso todo lo que le espera a la iglesia?
 
6.     “… Vi un trono en el cielo y a alguien sentado en él… Lo rodeaban veinticuatro tronos en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos. Todos vestían de blanco y tenían una corona de oro sobre la cabeza… y se postran y adoran al que está sentado en el trono… diciendo: Tú eres digno, oh Señor nuestro Dios, de recibir gloria y honor y poder…”, Apocalipsis 4:2-11 (NTV). ¿Quiénes son los 24 ancianos que Juan vio en el cielo? Los santos de todas las dispensaciones. ¿Cómo lo sabemos? Porque se los ve sentados sobre tronos y vestidos de blanco. ¿No dice Pablo que Dios nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”, Efesios 2:6? Juan nos dice que la iglesia estaba vestida de lino fino: “Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente”, Apocalipsis 19:8. Y finalmente Pablo dijo que los creyentes serían coronados con coronas de justicia, 2ª Timoteo 4:8. Los 24 ancianos son pues los creyentes ya sentados con Cristo en el cielo antes de que el juicio de la gran tribulación llegue a la tierra. Además, y respaldando esta posición, se nota que la iglesia está presente en los primeros tres capítulos del Apocalipsis pero desde el capítulo siguiente se ausenta por completo. ¿Por qué? ¡Porque ya no está en la tierra sino en el cielo!  
 
7.     “… Habrá un tiempo de tribulación, tal tribulación que será sin paralelo… En ese tiempo, tu pueblo será redimido, todos los que cuyos nombres se encuentren escritos en El Libro, Daniel 12:1 (Kadosh). Dios prometió gran tribulación y castigo sobre los pecadores no arrepentidos pero protección y preservación para sus hijos en medio de ese tiempo de sufrimiento.
 
No sabemos exactamente cuándo y cómo será el arrebatamiento y la gran tribulación pero de algo estamos completamente seguros: sucederá. El mundo va a terminar envuelto en fuego, los incrédulos sufrirán eternamente y los cristianos gozarán por siempre en la presencia del Señor. ¿Dónde estarás cuando llegue ese momento? ¿Entre los redimidos del Señor o entre los condenados al fuego eterno? Algún día algo importante, trascendental y eterno sucederá en nuestra vida y debemos estar preparados para recibirlo. Debemos vivir constantemente a la sombra de la eternidad, con la seguridad de que nos estamos preparando para presentarnos delante de Dios y recibir su gloriosa y preciosa recompensa.